Paseaba Ivan Rakitic junto a su esposa y su hija aprovechando el día libre que concedió a la plantilla Unai Emery, que ha citado esta mañana a los jugadores para preparar el partido ante el Maribor de mañana en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Su renovación con el Sevilla, con el que tiene contrato hasta junio de 2015, sigue sin cerrarse, aunque las partes muestran tranquilidad. Tanto a la entidad como al jugador les interesa un acuerdo que va a establecer las bases para su futura venta y paradógicamente, dado que la cláusula de rescisión bajará considerablemente, hasta situarse entre 15 y 20 millones de euros desde los 40 actuales, una vez que firme estará más cerca de marcharse. Ayer hablaba en el programa Intermedio, de Radio Marca, en su formato nacional, sobre el interés del Atlético de Madrid, club que engrosa la ya larga lista de pretendientes del centrocampista croata.
«No hace falta opinar, tengo contrato y aquí me siento muy, muy bien, tengo todo el respeto para el Sevilla y el Atlético, de momento solo hay un club para mí, y es el Sevilla FC», aclaraba el capitán del conjunto nervionense, quien remarcaba que «de momento no hay nada mejor que el Sevilla y no pienso en otra cosa. Es bonito que hablen de mí pero no me preocupa mucho».
Era cuestionado sobre su conocida identificación con el club y la ciudad, y el arraigo familiar que ya tiene aquí, que le ha llevado a ser apodado El croata de Pino Montano. «No suena mal. Mi mujer es de ese barrio. Soy muy normal, lo paso bien con la gente aquí, he encontrado una familia que me da toda la ayuda. En general, para todos los futbolistas es importante estar cómodo para rendir al máximo en el campo. Tengo aquí a mi mujer, mi niña ha nacido aquí. La afición me hace sentir la sensación de que soy uno de ellos y eso es muy importante», exponía el jugador nacido en Basilea. «Hay que valorar lo que tengo aquí y no hay razón para cambiar. Estoy disfrutando, reiteró.
Le preguntaba Paco García Caridad por sus goles ante el Betis en Villamarín, y por los cambios en la plantilla, de la que han salido jugadores tan importantes como Jesús Navas y Álvaro Negredo. Aquellos goles fueron especiales por el momento en que he marcado, dos días después de casarme. Vinieron como un regalo especial, porque también me atacaron un poco al pensar la gente que cómo se puede casar dos días antes del derbi», decía entre bromas.
«Hay que entender la situación del club y de los jugadores. Jesús (Navas) llevaba mucho tiempo aquí y quería ver otra cosa, sería muy bonito verlos aún aquí en el vestuario pero hay que entenderlos, y lo están haciendo muy bien (en Manchester con el City). Los veo a los dos en el Mundial (a Navas y Negredo) y quizás nos veamos en octavos si pasamos», deseó.
La cita en Brasil le ilusiona especialmente, cuando llegará en el mejor momento de su carrera deportiva. «Espero poder demostrar que somos un buen equipo, vamos con muchas ganas, con un entrenador joven y con una idea muy concreta y queremos que se vea a una buena Croacia».
En cualquier caso, reconoció que se siente también suizo, el país donde nació y donde llegó a jugar en las selecciones inferiores. «Mi padre salió antes de la guerra de Yugoslavia, tuvo la oportunidad de dejar una zona peligrosa y se buscó la vida en Suiza. Allí nací yo tras tres años. Muchas veces pensé jugar para Suiza, no puedo decir que soy solo croata, en una parte me siento suizo, pero tiró más la parte croata».
Cerca de Basilea viven sus padres con su hermano mayor (que es también su agente) y su hermana pequeña. «No quiero decir que se vive mejor, se vive diferente en Sevilla que en Basilea, aquí he encontrado lo mejor que podía encontrar. Intento hacer lo mejor para mi equipo, que es hacer lo mejor para mí», volvió a argumentar.
