Quienes fueran los máximos ejecutivos del grupo alimentario SOS Cuétara han caído en desgracia y se enfrentan a una querella por presunta apropiación indebida interpuesta por la propia compañía que engendraron. Pero quienes ahora pueden respirar tranquilas son las cajas de ahorros andaluzas que en su día no se opusieron al polémico autocrédito origen de esta denuncia.
El consejo de administración del grupo SOS acordó ayer interponer una querella contra el ex presidente de la compañía, Jesús Salazar, el ex vicepresidente, Jaime Salazar, y otras personas físicas y jurídicas vinculadas a una de sus sociedades de inversión (Condor) por presuntos delitos de apropiación indebida, administración fraudulenta "y otros" a raíz del autocrédito multimillonario que se concedieron con cargo a las cuentas de la propia firma alimentaria.
En cambio, ya pueden respirar tranquilas -o al menos por ahora, a la espera de qué estrategia de defensa adopten los querellados- las cajas de ahorros andaluzas Unicaja, Caja Granada y Cajasur -no estuvo el representante de Cajasol- que en su día votaron a favor o no se opusieron al polémico autocrédito de los Salazar (204 millones iniciales y otras operaciones adicionales por 25 millones).
Fuentes de SOS indicaron a este periódico que la denuncia no era extensiva a los consejeros de esas entidades financieras, una amenaza que había estado sobre la mesa durante la lucha librada entre éstas y Caja Madrid por el poder ejecutivo en la compañía, y al final ganada por esta última. Las actuaciones presuntamente delictivas son "sólo imputables a quienes las han consumado [esto es, los hermanos Salazar y sus sociedades]", resaltaron.
El consejo de administración, a través del informe presentado por el presidente de la Comisión de Auditoría, conoció de manera "más precisa" la operativa y alcance de los actos de disposición de fondos que, desde diciembre de 2007 y hasta el mismo mes de 2008, fueron realizadas a favor de la sociedad Condor Plus por un importe de 204 millones. Esta operación se repitió en enero y febrero de 2009 a través de la firma Aceites Cañaveral por 25 millones.
