Local

Susana Díaz. Una veterana «del aparato»

Sibilina en los manejos del partido, es temida y respetada por igual

el 13 mar 2010 / 22:57 h.

TAGS:

La nueva mujer fuerte del PSOE andaluz, con permiso de la presidenta Torres, es una joven temida y admirada a partes iguales. Su mayor valor: controlar los entresijos del partido a la perfección, conocer cada facción y corriente que surja entre sus compañeros y saber situarse ante las circunstancias. "Le gusta pelear, es intuitiva y muy observadora", dicen los suyos. Un valor en alza, además, con cuota sevillana, la provincia que más base aporta al partido. No se ajusta, sin embargo, al perfil de profesional curtido o especialista que deseaba Griñán para su equipo de sabios, porque Susana Díaz es, sobre todo, una profesional de la política que ha hecho carrera prendida a la rosa socialista. Licenciada en Derecho, con postgrado en el prestigioso Instituto San Telmo, a sus 36 años cuenta ya con experiencia local (intensísima) y nacional (más bien discreta). Afiliada a las Juventudes, donde se desmarcó pronto por su vehemencia, se estrenó en la administración como responsable del Área de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Sevilla junto a Alfredo Sánchez Monteseirín (1999) y de su distrito, Triana, la patria chica de la que hace gala en una conversación cada dos frases. Se pasó luego cuatro años en el Congreso, una fase que limó su rebeldía con la disciplina de comisiones, preguntas y plenos, y ahora es parlamentaria autonómica por Sevilla. Su banca está a dos metros apenas de la de Griñán.

Al contrario que Velasco, a Díaz le gusta marcar su territorio y sus amigos. Dicen que su empeño ha permitido a José Antonio Viera mantener el poder en Sevilla y que sus odios han mermado carreras importantes en el socialismo sevillano. Sus modos broncos causan recelo a no pocos de sus compañeros, más aún en tiempos en los que críticos y oficialistas buscan cualquier gesto para estar a la gresca. Ahora que el partido en la provincia se ha estabilizado y la unidad arropa a Viera (88% de los apoyos), Díaz está asumiendo los consejos de sus mayores y comienza a moderarse, a mostrarse menos áspera, menos mitinera y más institucional. Griñán la ha elegido en el momento de madurar.

  • 1