Cultura

Távora retoma 'Las Bacantes' a los 20 años de su estreno

Broadway era aún un bosque de neón, ignorante de la era digital que afloraba para conquistarlo, cuando La Cuadra de Sevilla, capitaneada por Salvador Távora, estrenó Las Bacantes en el Festival Latino de Nueva York. 6 de agosto de 1987. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 17:09 h.

Broadway era aún un bosque de neón, ignorante de la era digital que afloraba para conquistarlo, cuando La Cuadra de Sevilla, capitaneada por Salvador Távora, estrenó Las Bacantes en el Festival Latino de Nueva York. 6 de agosto de 1987. "Un brillante y escalofriante momento teatral en un ritual limpio y sin costuras", escribía esa mañana, posterior al estreno, Stephen Holden para The New York Times. Han pasado 21 años y dos meses de aquel hito del teatro sevillano en el mundo y Salvador Távora, pleno aún de visión dramática, ha desempolvado esta obra con la que La Cuadra comenzaba a ser respetada en medio mundo (luego vendría el otro medio) para acercarla a su preciado proyecto teatral de El Cerro del Águila, donde mañana da comienzo su tercera temporada.

¿Por qué este rescate de Las Bacantes, un espectáculo que se estrenó hace ya más de 20 años y que tuvo su principio y su final?

"Primero pensamos que, debido a su peculiar lenguaje -un encuentro del flamenco con el teatro-, el montaje sigue vigente por cuanto significó en su tiempo. Está tratado como un ritual de paganismo sacramental, lleno de valores andaluces que ya están en la vida cotidiana de cada sevillano: la marcha procesional, el color negro y oro, los cirios, los tambores rocieros...", explicaba ayer Távora en una rueda de prensa ofrecida a pie de escenario en su coqueto teatro.

"Por encima de la calidad del texto, Eurípides, cuatrocientos y pico de años antes de Cristo, nos plantea en esta obra un debate que hoy sigue cargado de actualidad, lleno de interrogantes, y sólo muy tímidamente proclamado el punto positivo de su equiIibrio: el debate cultural Norte-Sur. Penteo frente al dios Baco. Lo pagano y lo religioso. Los impulsos ante la reflexión. El mundo del Sur, oriental, de lo Dionisiaco, con el mundo rígido y estricto del Norte. Lo báquico y lo apolineo, dos posturas que, en cierta medida conviven en cada uno de nosotros", continuaba el dramaturgo en un encendido alegato a favor del teatro "en estado puro", como él mismo calificó.

Para la ocasión, La Cuadra ha sacado también de los arcones el mismo vestuario, y los decorados que dejaron boquiabiertos a los neoyorkinos de entonces, con esa gigante noria de madera que preside el escenario. Falta, sin embargo, la (omni) presencia de la bailaora Manuela Vargas, quien fuera una todopoderosa reina Ágave, recordada por todos por la fuerza gitana de su baile.

Para sustituirla, Salvador Távora ha recuperado también a maría del Mar Berlanga, una bailaora alejada de los escenarios desde hace unos años, y que regresa con la seguridad de que "el personaje ha nacido de nuevo".

Según explicó a los medios Berlanga, "el reto era muy alto" y por eso ha eludido ver las grabaciones de Manuela Vargas para "confeccionar una nueva Ágave, a pesar de que tenga presente su temperamento", explicó la joven artista, que estará acompañada en el escenario por El Mistela, Concha Távora, Óscar Fernández, y Federico Casines, entre un plantel de más de 15 artistas que se darán cita en el escenario.

Respecto a la adaptación literaria "en unas Bacantes como la nuestra, estructurada, fundarnentalmente, con imágenes y sonido", Távora ha trabajado para "acomodar y resumir los contenidos del extenso texto de Eurípides a nuestro modo de hablar o cantar; evitar todo tipo de condicionamientos en la dicción, y acercar el texto al ritmo, el personaje a la persona", finalizó Távora, que tras el estreno de mañana, tendrá la obra en cartel todos los viernes y sábado (21.00 horas) de esta temporada.

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