El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró ayer que el comunicado de ETA anunciando el cese definitivo de su actividad armada es una victoria del Estado de Derecho, “definitivamente y sin condiciones” y ha emplazado al nuevo Parlamento y al Gobierno que de él surja la conducción de esta “nueva etapa” manteniendo la unidad de los demócratas.
En una declaración institucional desde el Palacio de la Moncloa, Zapatero tuvo palabras de recuerdo para las víctimas del terrorismo y para la sociedad vasca, subrayó la determinación de todos los gobiernos democráticos para acabar con el terrorismo y agradeció la labor de las Fuerzas de Seguridad y de la Justicia, así como la cooperación internacional, especialmente de Francia.
“Con la contención a que nos obliga la historia, vivamos hoy la legítima satisfacción por la victoria de la democracia, de la ley y de la razón, una satisfacción teñida por el recuerdo inolvidable del dolor causado, por una violencia que nunca debió producirse y que no ha de volver jamás”, proclamó, en una declaración de apenas cinco minutos después de la cual no admitió preguntas.
El jefe del Ejecutivo concedió “importancia trascendental” al anuncio y empezó por reafirmar su confianza y la de todos los españoles “en la democracia, en la libertad y en España”. A su juicio, el abandono de la actividad armada por parte de ETA ha sido sobre todo “gracias al temple y la firmeza de la sociedad española, guiada por la referencia segura del Estado de Derecho” y por eso ha remarcado que el Estado de Derecho “hoy, definitivamente y sin condiciones triunfa como único modelo posible de convivencia”. Zapatero incidió además en que la memoria “de cada una de las 829 víctimas mortales y sus familias” y de los heridos “que padecieron el injusto y aborrecible golpe del terror” acompañará “siempre” a los españoles. “La nuestra será una democracia sin terrorismo, pero no una democracia sin memoria”, dijo.
A su juicio, para “alcanzar este final” ha sido “decisiva” la “unidad de los partidos democráticos españoles y vascos”. Por eso, subrayó que la tarea de “conducir” la “nueva etapa” que corresponderá al próximo Gobierno y al próximo parlamento, “también deberá responder a un compromiso unitario”.
El presidente se mostró convencido de que la sociedad vasca “a partir de ahora disfrutará al fin de una convivencia no anudada al miedo o a la intimidación, de una convivencia plenamente libre, plenamente en paz”.
Zapatero tuvo un recuerdo a todos los ministros de Interior, y en especial a los de sus gobiernos –José Antonio Alonso, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Antonio Camacho–, y a la “acción tenaz y eficaz de los miembros de los Cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”.
