Aprovechando la celebración del Día Mundial del Turismo, la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas (Aset) -que agrupa a unas 130 compañías de distintos subsectores- y su presidente, Antonio Távora, reclama un plan de apoyo sectorial para evitar la destrucción de empleo.
-Dicen en su Manifiesto en defensa del Turismo que "Sevilla fue uno de los principales enclaves para el desarrollo turístico". ¿Por qué hablan en pasado?
-Hace unos años Sevilla era la tercera ciudad de España en turismo de congresos y reuniones y estaba entre las 30 o 40 primeras del mundo. Ahora Sevilla está en el puesto 186 a nivel mundial y en el mercado nacional estamos del 8 para arriba, dependiendo de la época del año. Nos gustaría que Sevilla volviese a ser lo que fue, aunque no es fácil y hay muchos condicionantes. Desgraciadamente cada vez estamos más lejos de Europa a nivel de conexiones aéreas. Sevilla necesita tener muchos vuelos directos con Europa.
-¿Y por qué ese derrumbe del turismo de congresos en Sevilla?
-El mercado del turismo de congresos ha sido de los más afectados por la crisis. Al popularizarse los medicamentos genéricos, muchos laboratorios han dejado de apoyar a estos congresos, y ahora en lugar de 500 participantes vienen sólo 50. Además, tenemos mucha más competencia. Antes en Andalucía sólo había un palacio de congresos en Sevilla y uno muy bueno en Granada; ahora hay Málaga, Torremolinos, Marbella, Antequera... cualquier ciudad o pueblo tiene ya su palacio de congresos y desgraciadamente no hay congresos para todos. Sevilla necesita también apoyos y últimamente, a nivel andaluz, parece ser que los acontecimientos culturales se están yendo más para Málaga que para Sevilla.
-¿La inauguración de Fibes curará todos los males del turismo en Sevilla?
-Ojalá, pero no. Será un motor importante. Sevilla necesita que Fibes ya esté funcionando. No es que vayan a venir todos los días congresos de 3.000 participantes, pero con que vengan al año dos o tres eventos de 3.000 o 4.000 personas ya compensa la inversión realizada. Aparte, con ese nuevo auditorio se abre la posibilidad de atraer grandes espectáculos a la ciudad, lo que puede ser motivo para aumentar la estancia del turista una noche más.
-El balance de visitas en lo que va de año es positivo.
-Está viniendo mucha gente porque hay que tener en cuenta que las revueltas en el norte de África han derivado mucho turismo a España. Quien más se ha beneficiado de esa espantada han sido las Islas Canarias, que han subido más de un 20%. Teníamos que haberlo hecho mejor y habernos promocionado más y en su momento.
-Planteaba ayer el alcalde de Sevilla la necesidad de que los ayuntamientos tengan más competencias en materia turística. ¿Qué le parece la propuesta?
-Me parece perfecto. Creo que en España necesitamos un Ministerio de Turismo para ser coherentes. En unas recientes jornadas, un ponente comentaba que en el último año y pico unas 100.000 personas (entre asociaciones, patronatos, ayuntamientos y cámaras de comercio), habían viajado a China para promocionar nuestro país. Eso ha supuesto un retorno de 100.000 turistas chinos. Algo estamos haciendo mal.
-¿Qué impulso le hace falta al turismo para convertirlo en motor de empuje de la economía sevillana?
-Ya lo es, aporta más de 15% del PIB de Sevilla. Aun así, intentamos lograr que Sevilla sea un líder en Andalucía y no que sea el postre de segunda mano. Ya me gustaría que nos echasen aquí la cuenta que las autoridades turísticas andaluzas le echan a otras ciudades.
-¿Qué le falta a Sevilla para recuperar sus viejos esplendores?
-Es necesario que el empresariado y las autoridades estén unidos codo con codo. Es absurda la duplicación de organismos, cargos, gastos y promociones. Ojalá hubiese una autoridad única. Ya le hemos trasladado al Ayuntamiento nuestras propuestas sobre los contenidos del Pabellón de Sevilla en Fitur 2012. A ver si nos echan cuenta y conseguimos que el pabellón sea realmente rentable para la ciudad y no para los políticos que van allí a pasar el día. Tenemos que tener no un mejor aeropuerto, sino uno de verdad. Siempre he dicho que teníamos un aeropuerto de la señorita Pepis o de la Cenicienta, que a las doce se acostaba y ya hasta el día siguiente. Necesitamos un aeropuerto que abra las 24 horas diarias pero con aviones constantes en sus pistas. Tenemos una competencia muy gorda en Faro (Portugal). Hay que luchar contra esa competencia e intentar quitarle tantos miles de vuelos que van a la Costa de Huelva, dado que nuestra autopista a Huelva no es de peaje y la de Faro sí y muy caro. Y de eso se están quejando las compañías. Habría que hacer una Oficina de Promoción del Aeropuerto.
