Á. Serrato / F. Aguilar
Una obra para enlosar la explanada trasera de la Colegiata ha sacado a la luz los restos del antiguo cementerio de Osuna, construido en torno al siglo XVI y clausurado en el XIX. Aunque ya se sabía de su existencia, la excavación recupera ahora parte de la historia urbana de la villa.
Hoy sólo son visibles los restos de los muros del recinto en el que durante cientos de años fueron enterrados los pobres del municipio. A la mitad del siglo XIX, el cementerio se sacó a las afueras como en muchos otros pueblos y se construyó el actual, en el Camino de Écija. Fue entonces cuando aquel espacio perdió su condición de campo santo.
Los vecinos aprovecharon esta remodelación de la ciudad para sembrar cereal y olivos en la explanada que había ocupado el cementerio, lo que motivó en 1862 las quejas del arcipreste de la época, según recoge el archivero municipal, Francisco Ledesma, en un informe histórico sobre la zona.
Aunque, en principio, todos los huesos fueron trasladados al nuevo cementerio Ledesma no descarta la aparición de restos debido a "la prisa" de los propietarios del terreno por venderlos.
Fue en 1927 cuando se planteó la reforma definitiva de la zona donde, actualmente además de la Colegita, se ubican el edificio que alberga la escuela universitaria y también el monasterio de la Encarnación, convirtiéndola en uno de los conjuntos monumentales más importantes del pueblo.
Hace apenas un mes, el Ayuntamiento de Osuna inició una actuación para completar el adecentamiento del entorno de la Colegiata, fundada en 1535. El año pasado ya se instaló "un marco de bordillo y de piedras" en la explanada situada frente al edificio, explica el concejal de Infraestructura, Benito Eslava, y ahora se interviene en la trasera, donde se ubicaba el cementerio.
Al encontrarse en una zona declarada Bien de Interés Cultural (BIC), la actuación requiere una excavación de urgencia para la que el Consistorio contrató a un arqueólogo que "supervisa" cada movimiento de tierra, asegura Eslava. Por el momento, dice, "se ha hallado lo que se esperaba" aunque junto a los muros "han aparecido algunos restos humanos" que han seguido los trámites pertinentes para su conservación.
El edil apuntó también que "se ha excavado hasta la base de los muros del cementerio" que "tras ser datados junto a cada piedra volverán a ser cubiertos".
Por su parte, el arqueólogo municipal, Gonzalo Queipo de Llano Martínez, explica que se ha hallado un habitáculo y una serie de pasillos que apuntan a que se trataba de una "fosa común". El arqueólogo detalla que se trata del tercer tipo de enterramiento que aglutina la Colegiata, además del panteón ducal y las catacumbas.
La Colegiata es el edificio más emblemático de Osuna y una de las joyas del Renacimiento español. Fue fundada por Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña, al conseguir una bula papal para que la que ya era parroquia fuera al mismo tiempo Colegiata. El templo se construyó en el lugar que ocupó la Iglesia del Castillo, totalmente destruida por un incendio.
En años posteriores se fue articulando un conjunto arquitectónico conformado por el Panteón Ducal, la residencia familiar, la Universidad y el convento de la Encarnación.
