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Tiempo de inteligencia

Vivir en un ciclo de crisis económica y de incertidumbre acerca de su solución comporta que determinadas cuestiones se vuelvan recurrentes. Si la más importante es, sin duda, la dimensión social, es decir cómo nos afecta a cada uno, no podemos orillar otras que enmarcan las causas y las posibles soluciones...

el 16 sep 2009 / 08:36 h.

Vivir en un ciclo de crisis económica y de incertidumbre acerca de su solución comporta que determinadas cuestiones se vuelvan recurrentes. Si la más importante es, sin duda, la dimensión social, es decir cómo nos afecta a cada uno, no podemos orillar otras que enmarcan las causas y las posibles soluciones, y que generan opinión ciudadana: me refiero a la bronca política de los partidos políticos que está acompañando a la crisis (repasemos los periódicos de los tres últimos meses, por ejemplo) o al déficit de liderazgo que demuestran nuestros responsables públicos (repasemos los últimos barómetros de opinión del CIS, por ejemplo).

Ahora, al iniciar el ciclo político que convencionalmente comienza tras el verano, parece que, de nuevo, se abre más en clave de los intereses de la ciudadanía que nos representa que no de los problemas de la ciudadanía representada. Creo que los ciudadanos, y esto es evidente especialmente en el caso de Andalucía, seguimos esperando la propuesta -humilde, sensata y creíble- de un modelo productivo de futuro.

Porque, escribiendo desde Sevilla, la ciudad de las improvisaciones, parece que hemos pinchado los globos de la modernización que tanto deseábamos los andaluces de bien que fuesen ciertos para, de una vez por todas, figurar como ciudadanos de primera en este país. Ahora que las circunstancias van a poner de actualidad al añorado Alfonso Perales, quiero recordar una expresión suya -"menos brillantes y más currantes"- a fin de que la ciudadanía que nos representa asuma que es tiempo de inteligencia, es decir, tiempo de riesgo en que toca decir verdades y tiempo de un liderazgo basado en el compromiso con la sociedad y con las ideas. Lo demás no deja de ser el espectáculo que acompaña al poder.

Licenciado en Historia

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