El Centro de Investigación Teatral, TNT, abrió sus puertas el viernes rodeado de vecinos, políticos y autoridades, así como numerosos profesionales del teatro y la danza andaluza que no dudaron en estar allí para apoyar lo que en principio no iba a pasar de un sueño.
Desde luego, en los tiempos que corren no parece que embarcarse en la aventura de construir un teatro en la periferia de la ciudad sea una idea sensata. Sin embargo, Ricardo Iniesta nos ha demostrado que precisamente ahora es cuando hay que reivindicar la utopía y hacer realidad los sueños porque, al fin y al cabo, ¿qué sería del teatro sin ellos? Claro que esta aventura no podría haberse llevado a cabo si no fuera por el apoyo recibido, tanto de políticos y compañeros, como de los amigos y la familia.
"No estamos locos, que sabemos lo que queremos", nos dijo expresamente nuestro alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín para destacar la voluntad del Ayuntamiento de apoyar e incentivar iniciativas privadas como ésta que, según él, son las más apropiadas para conseguir una auténtica implicación popular en el universo de la cultura.
Tras su intervención tomó la palabra la Consejera de Cultura, Rosa Torres, para seguir insistiendo en la capacidad de este tipo de centros para llevar a cabo toda una labor humanitaria con las sectores de población más marginados de nuestra ciudad.
El director del INAEM, Juan Carlos Marset, también recalcó la voluntad del Ministerio de Cultura en incentivar este tipo de proyectos y nos recordó que éste forma parte de un proyecto más amplio, al que él denominó como "modelo Sevilla", que comenzó con la apertura del Teatro Salvador Távora en el Cerro del Águila y se completa con la apertura de seis centros más.
Para terminar el director de la compañía danesa Odin Teatret, Eugenio Barba, no dudó en subir al escenario, a instancias de Iniesta, para aportar la nota espiritual y artística aconsejando al director sevillano que no deje de escuchar a los espíritus del teatro, sobre todo a aquellos que, durante muchos años, como Carlos Iniesta, lo acompañaron en su utopía.
