La Semana Santa es una época del año para hacer aquello que no es posible en otras fechas: contemplar la Pasión en las iglesias o en las calles, descansar en la playa sin aglomeraciones o hacer un viaje a precios no desorbitados. Pero hay quien renuncia a todo esto a cambio de realizar una acción solidaria.
¿Qué le mueve a un sevillano a dejar la cera y el incienso de la calle Sierpes en Semana Santa por una marcha en bici en el Sáhara? ¿O a un malagueño a cambiar los desfiles procesionales en Larios por cuidar a niños excluidos en el corazón del zoco de Tánger?
"La motivación de un voluntario no es la de obtener algo a cambio del tiempo que emplea, sino la de que haya personas que puedan salir de su desigualdad, de su situación de sufrimiento, exclusión, soledad, y sonrían por ello", explica el presidente de la Plataforma Andaluza del Voluntariado, Manuel García.
El perfil de voluntario en Andalucía es el de mujer con estudios universitarios y de mediana edad, de unos 40 años, según el Observatorio Andaluz del Voluntariado. El número de voluntarios en la comunidad apenas alcanza el 4% de la población, cifra sensiblemente inferior a la de otras regiones españolas. Como en su mayoría son profesionales en activo, hay épocas del año en las que este porcentaje sube, como son las vacaciones de Semana Santa.
Algunas organizaciones trabajan durante esta semana para acercar las celebraciones cofrades a impedidos. Por ejemplo, la asociación sevillana Alameda por los Mayores ofrecerá a personas dependientes la posibilidad de contemplar salidas procesionales o pasos en las iglesias.
Sin embargo, el mayor número de voluntarios se aleja en esta fecha del sonido de los tambores y del olor del incienso. El campo es una zona perfecta para campamentos como el que la Asociación Antares está organizando con menores disminuidos en Granada, o para el que Aspacen llevará a cabo con discapacitados en una granja-escuela en Priego de Córdoba.
El norte de África es una de las zonas preferidas para voluntariados de desarrollo de corta estancia. Uno de los más llamativos esta Semana Santa será la marcha de 240 kilómetros en bici que realizarán los Amigos del Pueblo Saharahui. Además, un grupo de jóvenes de la diócesis de Málaga se sumergirá varios días en la ciudad de Tánger para convivir con los más pobres entre los pobres.
