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Trabajadores de Tussam cifran en media hora la espera y advierten de que aumentará durante la Feria

el 19 abr 2010 / 15:17 h.

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Trabajadores de la empresa municipal de transportes de Sevilla  (Tussam) cifraron hoy en media hora el tiempo de espera en las  paradas en la primera jornada de huelga, aunque advirtieron que esto  se agravará durante el resto de semana de Feria de Abril.

El secretario general de CCOO en Tussam, Miguel Pereira, explicó a  Europa Press que la jornada de hoy se está desarrollando con "total  normalidad, un seguimiento de casi el cien por cien y sin incidentes  de ningún tipo", de modo que calificó de "mentira" las  manifestaciones del vicepresidente de la empresa, Guillermo  Gutiérrez.

En este sentido, aseguró que el retraso en la salida de los  autobuses por culpa de los piquetes es "totalmente falso" y garantizó  que no tienen "ni la menor idea" del vandalismo sufrido por las  líneas 28 y 29, gestionadas por Casal. "La línea de Torreblanca  tienes muchos problemas de vandalismo, me suena a un intento de  ahondar en la estrategia de desprestigio contra los trabajadores de  Tussam", afirmó.

Con respecto a la respuesta de la ciudadanía, admitió algunos  "comentarios fuera de tono", aunque consideró que "teniendo en cuenta  la campaña mediática no está habiendo incidentes destacables", y  lamentó la "sinrazón" de la empresa, que "no está poniendo interés en  arreglar la situación".

"Seguimos poniendo toda nuestra voluntad", aseguró Pereira, quien  insistió en que los trabajadores no piden "nada que aumenten los  gastos de explotación" y en que "la empresa no tienen absolutamente  ninguna razón".

El vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, explicó esta  mañana a Europa Press que el comité de huelga "ha llevado a cabo un  clarísimo incumplimiento de su compromiso de mantener los servicios  mínimos", ya que al principio de la jornada laboral, en torno a las  5,30 horas, los trabajadores se situaron en las puertas de la sede  sin dejar salir a los autobuses.

Según Gutiérrez, ello motivó que, frente a lo inicialmente  contemplado, la empresa se viera obligada a avisar a la Policía, que  sin mayores incidentes procedió a disuadir a los empleados para que  éstos abrieran paso y los vehículos pudieran salir, "aunque su  incorporación se llevó a cabo una hora más tarde de lo normal".

"Lo desagradable se produjo en torno a las 10,00 horas, cuando se  empezaron a romper cristales de las líneas 28 y 29", señaló el  vicepresidente de Tussam, que recordó que estas líneas no hacen  huelga al no estar bajo la explotación directa del órgano municipal e  indicó que los actos, de los cuales se ha dado aviso a la Policía, se  llevaron a cabo en Torreblanca, el Parque Alcosa y las puertas de la  empresa, "donde aún siguen los piquetes supuestamente informativos".

Por lo demás, tras la reposición de las lunas de estos autobuses  --que ya vuelven a estar en servicio--, la huelga se ha iniciado con  "la normalidad que cabe esperarse en estas circunstancias", con todos  los servicios mínimos previstos --50 por ciento para las líneas que  prestan servicio a la Feria y 25 por ciento para las demás-- en  funcionamiento.  

Así, Gutiérrez expuso que, en lo referente a conductores, "no ha  habido ningún voluntario", por lo que se siguen escrupulosamente los  servicios mínimos, si bien los empleados del Metrocentro han decidido  no hacer paro, medida que también han secundado muchos trabajadores  de administración y talleres.

En el último encuentro celebrado entre la directiva y los  sindicatos con representación en esta sociedad municipal --CCOO, CGT,  la Asociación Sindical de Conductores (ASC) y SITT--, la dirección de  Tussam resolvió retirar el documento inicial del plan de viabilidad  acordado por el consejo de administración el pasado mes de septiembre  al objeto de reflotar la compañía, que cerró 2009 con pérdidas por  valor de 52,2 millones de euros y arrastra pasivos de más de 136  millones de euros.

Los términos del plan de viabilidad, de hecho, comprendían la  reducción del coste salarial que afronta la empresa, la congelación  del volumen de la plantilla y la externalización de las líneas más  deficitarias.

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