La actriz Maribel Verdú, Premio Ciudad de Huelva del 33 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, aseguró ayer que el próximo rodaje de una película con el director Francis Ford Coppola "supone un reto y un desafío", y bromeó diciendo que "me muero de miedo por hablar en inglés".
En rueda de prensa en Huelva, Maribel Verdú mostró su ilusión por este proyecto cinematográfico, al tiempo que destacó que Coppola "es excepcional como ser humano y hace que no recuerdes con quien estás". "Es la historia del cine", sentenció.
En este sentido, la actriz española recordó que desde Francia le llegó una oferta para rodar una película "deliciosa" y "muy divertida", pero señaló que Coppola "puede con todo", pues "nunca se ha vendido a nadie".
Tras asegurar que los actores "no somos nadie sin un director detrás", Maribel Verdú, que recibirá el Premio Ciudad de Huelva en la tarde de hoy, también recordó que ha recibido varias ofertas procedentes de EE.UU., "pero eran unas americanadas con pistolas y cosas de ese estilo, por lo que yo no me veía haciéndolas".
Del mismo modo, consideró "fundamental" para un actor "rodearse de un equipo espléndido y de un director que adore y sea capaz de trabajar con los protagonistas", al tiempo que puso de manifiesto que en un actor "es clave la verdad y la honestidad".
Preguntada por las posibilidades de que interprete próximamente un papel teatral, Maribel Verdú aseguró tener "unas ganas tremendas" de hacer teatro y no descartó hacer algún papel durante el próximo año 2008, ya que valoró que se trata de un campo "muy apetecible".
Respecto al premio Ciudad de Huelva, que anoche le entregaron en el Festival Iberoamericano, dijo que para ella es especialmente importante recibirlo "tan joven", a sus 37 años, "aunque con 25 años de carrera".
En declaraciones a Efe, Verdú se congratuló de recibir el premio en Huelva, donde ha estado "muchas veces", incluso haciendo teatro en el mismo edificio donde le van a entregar el premio, que ha considerado muy "importante", y exxplicó que el premio le hacía "muchísima ilusión" y se sentía muy agradecida por que le dieran la oportunidad, con 37 años, de disfrutar algo así sin "esperar a ser más mayor".
