¡Silencio, se rueda! De repente, el ritmo frenético de trabajo y el ir y venir de técnicos, actores, personal de producción, director y atrezzo se para por unos minutos. Comienza la grabación de una escena de la producción andaluza con sabor a Transición española: se trata del rodaje de la tv-movie Lo que ha llovido.
Sevilla, y en concreto el barrio de El Carambolo (Camas), han sido estas últimas tres semanas el escenario del nuevo proyecto del prestigioso director onubense Antonio Cuadri -El corazón de la tierra o La buena voz-, que se pasa a la televisión después de dirigir varios largometrajes.
Tres años han hecho falta para que el guión de esta mini serie tomase forma, dos meses de labores de producción -para gestionar escenarios, vestuario, atrezzo, dirección artística, selección del plantel de actores...- y, para finalizar, un mes de rodaje que termina esta semana próxima en la localidad gallega de El Ferrol. Además, más de 60 personas están haciendo posible que este capítulo de 100 minutos de duración sea posible.
Producir una tv movie de las características de Lo que ha llovido (Arrayás Producciones), sin embargo, es más complicado que otras, al estar ambientada en una época pasada, aunque no lo suficientemente lejana en el tiempo. 1975 fue un año convulso para España; Franco estaba agonizando y se avecinaban muchos cambios. Además, Andalucía sufría un reconversión industrial que hizo que muchas familias tornaran del campo a la ciudad. Para ambientar este escenario ha hecho falta mucho arte, más bien mucha labor de la dirección artística, al frente de la cual está Luis Manuel Carmona, quien ha puesto señales de tráfico de la época, creado con Photoshop fotografías de bodas y comuniones, elaborado periódicos y revistas, compuesto carteles publicitarios y demás elementos que hacen creíble la historia.
Nos sumergimos con este rodaje en la vida de dos familias de muy diferente procedencia: los Moreno provienen de la zona rural de Granada y los Outeiro de la Galicia más industrial. Para darles vida, una lista interminable de actores consolidados en la escena española como Cuca Escribano, Eduardo Velasco, María Salgueiro o el ya adolescente Manuel Lozano -La lengua de las mariposas-. Todos ellos han hecho una piña estos intensos días, con jornadas de trabajo de 12 horas diarias, en los antiguos pisos que posee Emasesa en la zona de El Carambolo donde la actividad es frenética. Y es que no todo es lo que parece en esta ficción y para construir el decorado de los dos pisos en los que se desarrolla la acción, se ha tenido que, literalmente, "ocupar" un bloque entero de seis viviendas, mover paredes e, incluso, inventársela gracias al cartón-piedra. En la planta baja han situado la cocina de la familia Moreno junto a un dormitorio pequeño que conviven con una habitación dedicada a los ayudantes de dirección, encargados de hacer una escaleta en la que están todos los escenarios donde se rueda en el día, quiénes participan en éstos, decorados, transiciones de ambientes, cambios de vestuario, y una infinidad de órdenes que se siguen al dedillo.
Subiendo a la segunda planta, se encuentra el salón de la familia Outeiro, donde Antonio Cuadri y su mano derecha, Álvaro Armiñán, ultiman detalles para grabar una escena. En otro piso de esa planta se sitúa el dormitorio principal del matrimonio Moreno y, junto a éste, una sala de estar que sirve a los actores y demás personal para descansar, precisamente lo que hace el actor Eduardo Velasco, que aprovecha para fumarse un cigarro y repasar el guión que lleva ese día. Velasco es en esta ficción el marido de Cuca Escribano, que emigra de Granada a Sevilla para trabajar en un taller mecánico. Casualmente es también pareja de esta actriz en la vida real, desde el rodaje de la producción de Antena 3 La reina del sur, como nos comenta el propio actor. Ya en las viviendas del tercer piso está el salón de los Moreno junto al set de peluquería y la sala del director de fotografía, Suso Bello, uno de los más importantes de la escena nacional.
Sin embargo, esta tv movie también ha contado con muchos planos de exteriores, grabados en la localidad de Camas, en el barrio del Carambolo, y algunas escenas que transcurren en zonas de Sevilla como el barrio de Santa Cruz.
El equipo técnico de esta producción mitad andaluza y mitad gallega ha hecho volver por unos días a los convulsos años 70 a la localidad camera, que se ha volcado con la serie. Sus habitantes han servido como figurantes y hasta los alumnos de un colegio de Camas han transformado sus clases, sus vestidos y sus peinados para ser alumnos de una escuela como las de entonces.
Lo que ha llovido nacerá en televisión dentro de muy poco en Canal Sur, pero lo que no se verá entonces es el intenso trabajo que ha tenido lugar detrás de las cámaras durante tres semanas.
