El zafarrancho de obras de verano en el Centro sigue propiciando más de un dolor de cabeza y no sólo por el insoportable sonido de la piqueta entre el sufrido vecindario, los comerciantes damnificados y los automovilistas que padecen sus trastornos. Ayer fue el comienzo de los trabajos de repavimentación de la calle Feria el que trajo de cabeza a los conductores que intentaban circular por la zona. La reordenación del tráfico en ese entorno dispuesta por los técnicos de Movilidad del Ayuntamiento con un tramo de la calle Amor de Dios que pasaba a ser de doble sentido generó serios problemas en la circulación a media mañana, lo que obligó al Cecop a actuar sobre la marcha y a enviar a la zona a varios agentes de la Policía Local para disolver algunos tapones.
Los vehículos que, bien desde la Alameda o desde la calle Amor de Dios, querían buscar Feria a través de Correduría con intención de salir a la Resolana se veían atrapados en un circuito por la zona de obras sin otra salida que la de regresar al mismo punto de partida: la esquina del bulevar con Amor de Dios.
Para acceder a Correduría, los automovilistas debían primero transitar por un pequeño tramo de la calle Amor de Dios dispuesto desde ayer en doble sentido. Pero el problema es que, como reiteraba uno de los agentes de la Policía Local que intentaba reordenar el tráfico, dos coches por ahí no caben a la vez, lo que obligó en un primer momento a los policías a dar paso de forma alternativa. Salvado este escollo, todos los coches que se adentraban por Correduría terminaban por retornar al mismo punto de entrada después de completar un absurdo tour por la zona de obras que recorría las calles Cruz Verde, la estrecha vía Palacios Malaver, el lateral de la parroquia de Omnium Sanctorum, la calles Peris Mencheta y Belén (que cambian de sentido), la Alameda de Hércules, la calle Barco y, de nuevo, el pequeño tramo de Amor de Dios que pasa a ser de doble sentido. A la vista de las circunstancias, y para evitar la pescadilla que se muerde la cola, la Policía optó finalmente por rescindir la circulación en la zona exclusivamente a residentes, vehículos de carga y descarga y de servicio público. De esta forma, los vehículos procedentes de Amor de Dios fueron desviados provisionalmente hacia la calle Trajano, al mismo tiempo que a los coches que procedían de la Alameda se les obligó también a circular por la calle Trajano.
Fuentes del Ayuntamiento consultadas por este periódico aseguraron que, pese a los evidentes trastornos circulatorios que se generaron en el día de ayer, hoy no está prevista ninguna modificación en la reordenación del tráfico en la zona. Desde el Consistorio se sostiene que, salvo alguna retención en hora punta, la incidencia en el tráfico en la zona no fue nada importante. Las mismas fuentes señalaron que ya en la jornada de ayer un técnico de Movilidad acudió a la zona y procedió a realizar algunos ajustes mínimos, caso de la colocación de un espejo en la calle Barco.
Algunos comerciantes del mercado de Feria se quejaban ayer de la reducida zona de carga y descarga dispuesta para los negocios en la calle Palacios Malaver y de la confusión generada por la reordenación del tráfico implantada en la zona. Claro que se está notando. Las personas que vienen con su coche al mercado al final se terminan yendo, apostillaba Rafael Durán tras el mostrador de su puesto de frutas. Las obras se prolongarán hasta el día 23 y consisten en la sustitución del pavimento entre las calles Cruz Verde y Antonio Susillo y en el fresado y extendido de aglomerado asfáltico desde Antonio Susillo a Resolana.
