Cultura

Triana recreada en 35 milímetros: de Antoñita Colomé a Paz Vega

Que Triana es una de las más acreditadas cunas del arte no es nada nuevo. Lo que no se ha divulgado tanto es su significación dentro de la vasta historia del séptimo arte. El estudioso Ángel Vela la explica en el volumen Triana, un barrio de cine (Rd editores). Foto: José Manuel Cabello.

el 15 sep 2009 / 06:31 h.

Que Triana es una de las más acreditadas cunas del arte no es nada nuevo. Lo que no se ha divulgado tanto es su significación dentro de la vasta historia del séptimo arte. El estudioso Ángel Vela la explica en el volumen Triana, un barrio de cine (Rd editores).

Ángel Vela (Sevilla, 1944) creció tras la pantalla de uno de los últimos cines de verano de Triana y de Sevilla, el Avenida, "viendo las películas al revés", pero a la hora de abordar el proyecto de este libro ha sabido ver la historia del barrio de frente y sin perder un solo ángulo: desde la estrella del cine republicano Antoñita Colomé, hasta los actuales ídolos del celuloide surgidos de este "barrio de barrios": Paz Vega, Antonio Dechent, María Galiana, Antonio Canales y Miguel Ángel Vivas.

Con una devoción indisimulable -pero también "con humor, nostalgia y su poquito de crítica"-, el autor recrea la llegada de aquellos fabulosos cuadros a la capital hispalense, la apertura de las primeras salas de invierno -el cine Rocío y el Triana Cinema-, o el apogeo del cine folklórico, que para Vega fue "folklórico-trianero, ya que sus dos máximos exponentes, Paquita Rico y Marujita Díaz, eran ambas trianeras; en los años 70 de las hermanas Mikaela y Soledad Miranda tomaron el relevo, y esa tradición prosiguió con Isabel Pantoja", afirma el autor.

No poco protagonismo acapara el torero Juan Belmonte, ya que "los primeros paisanos que los trianeros vieron en la pantalla fueron los toreros", pero también por la amistad del diestro con figuras del star sistem de Hollywood como Rita Hayworth o Esther Williams. Y junto a la figura del matador, otro tópico encarnado en la más famosa vecina del barrio: la cigarrera Carmen, sin duda uno de los personajes y mitos más representados en el celuloide.

"Pero Triana también exportó gente a Hollywood", señala Vela, quien destacó el ejemplo de los hermanos Manuel y Antonio García Matos, vecinos de Harold Lloyd, "que estrenaron una versión de El Amor Brujo en Estados Unidos y lograron que una trianera, la madre de ambos, se sentara en el mismo palco del Presidente en el Royal Opera House de San Francisco", añade.

Éstas son sólo algunas de las muchas anécdotas que Ángel Vela recopila a lo largo de 400 páginas. En el apartado puramente histórico, no deja de sorprender el hecho de que "en su momento hubo en el barrio doce o trece salas funcionando simultáneamente, y una enorme afición por parte de los vecinos", algo que para el autor del libro va un paso más allá del simple entretenimiento: "La gente en Triana tenía en esa época conocimiento del mundo a partir del cine", explica Ángel Vela "el cine de verano era entonces una auténtica universidad que no sólo servía para distraerse" y del que disfrutaban "porque estaba rodeado de arboleda que aplacaba el calor, con lo cual era todo un paraíso para la gente que vivía en sus casas con incomodidades".

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