Trochowski pasó ayer en Córdoba un test de 70 minutos trascendente para comprobar que la recuperación de su grave lesión de rodilla es absoluta. Ya había jugado en los entrenamientos, pero le faltaba entrar, un año después, en un partido, aunque fuese amistoso, para comprobar que su articulación (y su cabeza) responde en competición. Y el alemán sorprendió, incluso, porque ofreció una grata sensación, yendo de menos a más, como así le habían recomendado los médicos y recuperadores.
Debía ir poco a poco, ganando confianza en un campo que no estaba en demasiadas buenas condiciones, por lo que se había especulado con la posibilidad de que Trocho sólo jugase unos minutos. Su alineación como titular y capitán, jugando como medio organizador por delante del novedoso doble pivote formado por Iborra y Cristóforo, fue sintomática, no sólo por las ganas del alemán, sino también porque remite a las buenas sensaciones que viene teniendo en este tramo final de su recuperación. Trochowski fue de los más destacados en una buena primera parte de un Sevilla plagado de teóricos suplentes, con varios canteranos en el once y pleno de ellos en el banquillo.
Tocó con criterio en la conducción del ataque de los de Unai Emery, y aunque le falta, lógicamente, la chispa y la intensidad que da la competición, no pareció que haya estado tanto tiempo fuera de los terrenos de juego. Ha pasado casi un año desde que se lesionara en el partido ante el FC Barcelona en el Pizjuán el 29 de septiembre de 2012, y fuese operado por dos veces después a finales de octubre de una lesión del cartílago de su rodilla derecha, que requirió también de una intervención en la tibia. Aunque el exsevillista Abel lanzó al palo tras desviar Julián en el minuto 13, Jairo anotó de cabeza poco después del primer cuarto de hora, en una jugada que partió de un gran pase de Cristóforo para la incorporación de Moi, de los más destacados, y que la puso desde la izquierda para que el cántabro, con velocidad e inteligencia se adelantase a la defensa para marcar.
Para Rusescu era una oportunidad para hacer méritos y el rumano, mientras le aguantó el físico, estuvo participativo. Otra cosa es la precisión en el remate, donde erró, especialmente en un balón franco en el punto de penalti que envió por encima de la meta con todas las perspectivas de batir a Juan Carlos. En la recta final de la primera parte dio un buen pase en la incorporación de Diogo, que estrelló el remate en el palo, poco después de que el árbitro granadino Artacho Cobo no señalase un penalti de libro por agarrón del central Bernardo a Vitolo, al que sacó la camiseta y que se plantaba solo ante el meta.
El Córdoba empató, en una jugada de estrategia en una falta por mediación del propio Bernardo al poco de la reanudación, en una acción muy protestada por los sevillistas, que pidieron falta previa del central sobre el lateral luso. Con los cambios, el Sevilla, que había puesto en apuros con acciones de Vitolo, Jairo y Rusescu, se fue diluyendo y perdiendo definitivamente el control del juego, aunque los de Pablo Villanueva no creaban demasiado peligro. No obstante, acabaron ganando el partido con un gol del veterano Raúl Bravo en el 86, que remató de cabeza en otra jugada de estrategia, en un saque de falta. El Sevilla perdió el partido pero ganó a Trochowski, que ya está muy cerca de volver a la Liga.
- Ficha técnica: 2 - Cordoba CF: Juan Carlos, Campabadal (Janse, min. 79), Bernardo, Fran Cruz (Raúl Bravo, min. 58), Samuel; Pacheco (López Silva, min. 68), Abel (Caballero, min. 46), Rafa Gálvez (Zafra, min. 76), Sebas (Pedro, min. 68); Uli Dávila; Strahman.
1 - Sevilla FC: Julián; Diogo Figueiras (Modesto, min. 84), Israel Puerto, Luismi (Carlos Garrido, min. 84), Moi; Iborra (Cotán, min. 59), Cristoforo; Jairo, Trochowski (Carlos Fernández, min. 70), Vitolo (Curro, min. 59); Rusescu (Rubio, min. 71).
Goles: 0-1, min. 16: Jairo; 1-1, min. 48: Bernardo; 2-1, min. 87: Raúl Bravo.
Árbitro: Artacho Cobo (colegio granadino), que amonestó al cordobesista Bernardo y al sevillista Rusescu.
Incidencias: Partido amistoso disputado en el Nuevo Arcángel con terreno de juego en malas condiciones y ante poco más de mil espectadores.
