El Gobierno surcoreano anunció el lunes que se declarará zona catastrófica la costa alcanzada la semana pasado por el crudo vertido por el petrolero Hebei Spirit, que ha sembrado la desesperación entre la población de la zona, según informó Yonhap.
Los afectados por el desastre ecológico causado por el vertido calificaron la marea negra como un "tsunami de petróleo", que ha provocado cuantiosas pérdidas económicas y medioambientales.
Hasta el momento más de 8.000 hectáreas de playas y zonas pesqueras han resultado contaminadas, después de que el vertido se extendiera a unos 20 kilómetros hacia el noreste y a unos 30 kilómetros hacia el sureste
Según un análisis de la agencia Yonhap, la industria turística de la zona de Taean sufrirá unas pérdidas de 40.000 millones de wones (unos 43 millones de dólares) a causa del desastre, aunque el efecto del vertido en los pescadores de la zona está aún por determinar.
En la zona de la bahía de Garolim, donde cerca de 5.000 personas se dedican al cultivo de ostras y la pesca, se teme una ruina económica.
De entre la treintena de playas de la zona, donde 13 millones de turistas pasan unos días cada verano, unos 10 arenales resultaron contaminadas por el petróleo, un desastre que las autoridades temen que se extienda hacia otras playas en los próximos días.
Mientras tanto, cerca de 140 barcos y cinco helicópteros han sido desplazados a la zona, donde más de 8.000 soldados, policías, funcionarios y voluntarios prosiguieron con las labores de limpieza y de prevención.
El accidente ha provocado un debate nacional en Corea del sur, donde se discuten las consecuencias que tendría un acontecimiento similar que se produjera en el mar del sur, donde hay varios centros industriales y se concentra el tráfico de petroleros.
El desastre medioambiental se ha convertido además en el último argumento político de discusión entre los principales candidatos que concurrirán en las próximas elecciones presidenciales, previstas para el 19 de diciembre.
