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Tussam rebaja un 10% el precio del edificio municipal de Diego de Riaño

Uno de los ejes del plan para sacar a Tussam de la asfixia econónica se tambaleó antes del verano. La subasta del edificio municipal de Diego de Riaño quedó desierta. La sociedad pública negocia ahora directamente con promotoras interesadas en el proyecto.

el 15 sep 2009 / 11:57 h.

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Uno de los ejes del plan para sacar a Tussam de la asfixia econónica se tambaleó antes del verano. La subasta del edificio municipal de Diego de Riaño quedó desierta. La sociedad pública negocia ahora directamente con promotoras interesadas en el proyecto. Para ello ha tenido que rebajar un 10% el precio, que se sitúa en 11,5 millones.

La crisis está dificultando una operación trazada en el arranque del mandato para aliviar las cuentas de Tussam. El proyecto tenía dos ejes. Por un lado, la venta del edificio municipal de Diego de Riaño para la construcción de viviendas. Por otro, la recuperación del edificio de Moneo para oficinas y la construcción de un aparcamiento subterráneo.

Ambos pilares que debían reportar unos ingresos de alrededor de 30 millones d euros atraviesan dificultades. Especialmente, el primero de ellos ante las dificultades que está encontrando el Consistorio para deshacerse del inmueble, cuyo nivel de deterioro obligaría su demolición.

El proyecto salió a subasta en febrero. Se estableció un precio que superaba las previsiones de Tussam. El presupuesto de partida fue de 12.835.000 millones de euros. Quedó desierto. Pese a que el Ayuntamiento había tanteado a promotoras, la crisis del sector provocó que la convocatoria quedase desierta.

A partir de este punto, según explicó el vicepresidente de la sociedad de transportes, Guillermo Gutiérrez, se ha iniciado un proceso negociado con distintas empresas con un precio de partida que rebaja en un 10% las pretensiones iniciales y que se sitúa en 11,5 millones de euros.

La resolución de este plan, así como la puesta en marcha del diseño de Rafael Moneo en el Prado, son esenciales para las ajustadas cuentas de Tussam. La compañía, al igual que Lipasam, está sumida en un proceso de constante endeudamiento, ya que necesita créditos para asumir gastos corrientes puesto que sus ingresos se destinan a pagar intereses de préstamos anteriores. Aunque no hay una decisión tomada, sobre la mesa está la opción de estudiar la ejecución de un plan de estabilidad para los próximos años.

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