Ucrania calmó a Rusia después de descartar la posibilidad de que acojan en su territorio bases de la OTAN con su entrada en Alianza Atlántica. El presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, afirmó que "si la parte rusa está preocupada por las bases militares, Ucrania nunca las aceptará".
Yúschenko respondió así al líder ruso, Vladímir Putin, que advirtió de que Rusia podría apuntar a Ucrania con sus misiles si el país vecino aceptaba infraestructura militar de la OTAN o del sistema antimisiles de Estados Unidos.
Putin hizo esta amenaza el mismo día en que aceptó la invitación de participar en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la OTAN, del 2 al 4 de abril en Bucarest, en la que precisamente se hablará de las aspiraciones de Ucrania.
La OTAN respondió a las amenazas de Putin al declarar que son sus socios los que deciden sobre la entrada de nuevos miembros "sin ningún derecho de veto de terceros".
