Sólo cuatro días después de la intervención de los líderes sindicales en el congreso del PP-A, Javier Arenas logró ayer hacerse la segunda foto con los líderes de UGT y CCOO. Frente a las duras críticas que en el pasado reciente lanzaban contra los planteamientos populares, Manuel Pastrana y Francisco Carbonero coincidieron con Arenas en asuntos clave de la política social.
Los sindicatos presentaron al presidente popular los actos de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, a los que el partido se sumará. Tras la reunión, los tres pidieron que se cree una agencia pública que evalúe y controle la ley de dependencia, que permita generar empleo y que tenga un sistema de baremación flexible según cada caso. También estuvieron de acuerdo en que esta norma "debe huir de un sistema sustentado en el subsdio", como dijo Carbonero. Arenas y los sindicalistas ven necesario vincular la inmigración al mercado laboral y que las autoridades vigilen que los extranjeros tengan contratos legales. Además, exigieron medidas contra el aumento del paro para atender a los nuevos desempleados y Pastrana y Carbonero criticaron la falta de iniciativa de los empresarios para combatir la crisis. Sólo hubo discrepancias en la decisión de la Junta de endeudarse para reactivar la economía.
