El recrudecimiento de la crisis económica y los recortes con los que está reaccionando el Gobierno han centrado las críticas de la manifestación que este 8 de marzo ha reunido a cientos de personas en dos recorridos divergentes, como viene siendo tradicional en los últimos años. El Ágora Feminista citó a las 19 horas en la Plaza Nueva con destino a las setas, y la Plataforma 8 de Marzo en el mismo sitio pero una hora más tarde, y con la Alameda como final de trayecto.
Con pancartas que pedían que los gastos militares se desvíen a Educación y Sanidad públicas, y con cánticos contra los recortes que tienen a las mujeres "muy hartas", la primer marcha ha recorrido el Centro al ritmo de una batucada, encabezada por una pancarta del Ágora seguida de las representaciones de los sindicatos CCOO, UGT y Ustea antes de plataformas como Hombres por la Igualdad o Acción en Red.
El manifesto final ha sido mucho más duro que otros años: "Iniciativas gubernamentales como la reforma de la ley del aborto atentan contra los derechos de las mujeres", "los cambios propuiestos conllevan menos seguridad y autonomía para nosotras, anulando nuestra capacidad de decisión e incrementando las dificultades para las más vulnerables y las menores", sentenciaba el texto, que también criticaba "la amenaza de retroceder en el logro del matrimonio de las parejas de gais y lesbianas o la resistencia a una educación en valores que fomente la igualdad".
Tras estas quejas, no es extraño que el himno de la manifestación, que desbancó al A quién le importa de Alaska escuchado en los últimos años, fuese el Resistiré del Dúo Dinámico... con la letra contra las políticas del PP que ha popularizado La Sexta.
