El kilometro 69 de la carretera de Aracena, en el término de Higuera de la Sierra, se convirtió a mediodía de ayer en la tumba del criador jerezano, que colisionó frontalmente con un camión cuyo conductor se encuentra ingresado en estado grave en un centro hospitalario de la localidad onubense de Río Tinto, al que tuvo que ser trasladado en helicóptero. Juan Pedro Domecq Solís conducía su todoterreno en solitario, en dirección a Sevilla, y se encontraba a muy pocos kilómetros de su finca, la dehesa Lo Álvaro, que abre su carril de entrada a poco más de un tiro de piedra de la localidad sevillana de Castillo de las Guardas, en una de las rutas del toro de la serranía sevillana.
Según explicaron ayer algunos testigos, el choque revistió gran virulencia y exigió el traslado de varios efectivos del cuerpo de bomberos para poder extraer el cuerpo del ganadero fallecido, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Huelva aunque fuentes familiares señalaron que su intención era incinerarlo en la jornada del Martes Santo en Sevilla antes de esparcir sus cenizas en la propia finca en la que pastan los toros de su ganadería.
Juan Pedro Domeq Solís encarnaba la tercera generación primogénita de la familia de bodegueros y criadores jerezanos que revolucionaron la crianza del toro bravo desde que el viejo Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio adquiriera el hierro y la ganadería del duque de Veragua en 1939. Aficionado práctico y amante del toreo, acuñó la célebre y polémica expresión que definía como "toros artistas" a los pupilos de su vacada, una de las preferidas por las principales figuras del toreo. De alguna manera , el propio Juan Pedro Domecq resumió su filosofía sobre la crianza del toro bravo en el libro Del toreo a la bravura que presentó en los salones de la plaza de la Maestranza el pasado año.
Dentro de su preocupación por la crianza y la selección del toro bravo accedió a la presidencia de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, cargo que ocupó entre 1984 y 1994. Hace algunos años tuvo que afrontar la trágica desaparición de su hijo Fernando aunque su hijo mayor, también llamado Juan Pedro, seguirá al frente de la histórica ganadería. Sus hermanos Borja y Fernando, llevan las riendas respectivamente de las ganaderías de Jandilla y Zalduendo, que comparten idéntica raíz genética con la vacada matriz de Juan Pedro Domecq, de la que han nacido la mayor parte de las ramas que hoy forman la cabaña brava española.
Curiosamente, aunque este año no lidiaba sus toros en la plaza de Sevilla, el autor del cartel de la temporada 2011 en la Maestranza, José María Sicilia, había escogido la testuz de un ejemplar de Juan Pedro Domecq lidiado por José María Manzanares en 2008. A lo largo del día de ayer, numerosas instituciones, desde la Unión de Criadores de Toros de Lidia al Ayuntamiento de Sevilla, expresaron su dolor por esta pérdida.
