A Méndez de Lugo, como es tradición, le tocó en suerte glosar el currículum de sus compañeros de premio. Con variantes -apenas matices-, destacó especialmente el amor a una tierra, el compromiso con sus valores y la sabiduría y profesionalidad de los premiados para llevarla a la excelencia. De doña Pakita ensalzó su apuesta por el medio ambiente, compatible con el desarrollo agrícola. De los ganaderos de la familia Cuadri, aplaudió la "tradición y autenticidad", que se traduce en implicación con Andalucía, valores que comparte con la empresaria hostelera Isabel María García Bardón, un referente en sostenibilidad. Pasión Vega y José Mercé demuestran, dijo, que se puede "evolucionar en el cante [la copla y el flamenco] sin traicionar su esencia". Nuevo y rompedor es el escultor Miguel Fuentes del Olmo, capaz de partir del núcleo andaluz y abrirse al mundo. Los filólogos Gregorio Salvador y Pedro Martínez Montávez evidencian que la lengua se enriquece en Andalucía y que "no es un español de segunda categoría", mientras que Jesús Maeztu, comisionado del Polígono Sur de Sevilla, es emblema de la "solidaridad y apertura a los demás" propias de una tierra mestiza. Compromiso extremo con los discapacitados el de Mercedes Sanromá, y con la biodiversidad, el de Carmen Galán, por la formación de la Sociedad Thales y por la información regional del Grupo Joly. "Son excelentes", concluyó.
