Al menos 18 soldados murieron ayer y otros 53 resultaron heridos en un atentado suicida perpetrado en un cuartel militar de la localidad de Al Habaniya, a 70 kilómetros al oeste de Bagdad, según fuentes policiales. Las fuentes explicaron que este ataque fue llevado a cabo por un suicida que detonó un cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo en el restaurante de la base de operaciones.
El suicida logró infiltrarse en la cantina disfrazado de soldado iraquí, dijo a Efe una fuente policial de Ramadi, capital de Al Anbar. Las víctimas estaban comiendo en el restaurante en el momento del ataque. Este atentado es el último de una cadena de violentos ataques que se han concentrado especialmente en Bagdad y sus alrededores en las últimas semanas tras un periodo de relativa calma.
La oleada de atentados ha despertado los temores de que vuelva la violencia al país árabe en un momento en el que EEUU se prepara para retirar sus tropas. Según analistas iraquíes, los atentados, que ocurren tras meses de calma relativa, y han causado ya un centenar de muertos en diez días, vuelven a poner sobre la mesa la cuestión de si el Ejército y las fuerzas de seguridad iraquíes serán capaces de controlar la situación, tras el repliegue total de EEUU en 2011.
muertos . El miércoles, 11 personas perdieron la vida y otras 23 resultaron heridas en otro atentado suicida en Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, donde un terrorista empotró su coche, cargado con explosivos, contra un minibús que transportaba a trabajadores de la Compañía de Petróleo del Norte de Irak.
