Irak estrenó el año con un nuevo baño de sangre. Al menos 30 personas murieron y otras 38 resultaron heridas en un ataque perpetrado por un suicida durante un funeral en el este de Bagdad. La Policía iraquí explicó que el suicida detonó la carga explosiva que llevaba pegada al cuerpo durante el funeral de un antiguo oficial iraquí en el barrio de Zayuna.
Según su relato, el fallecido, cuyo funeral se estaba celebrando, había muerto por las heridas sufridas en un atentado en Bagdad la semana pasada. Los funerales se han convertido en uno de los blancos predilectos de los grupos terroristas, ya que buscan causar el mayor numero de víctimas entre los civiles.
Además, el atentado coincide con un comunicado del ministerio iraquí de Interior, que revela que Irak registró en diciembre pasado el menor número de víctimas mortales en acciones de violencia desde la invasión del país, en marzo de 2003. Según estas cifras, un total de 1.153 personas perdieron la vida el mes pasado, y la mayoría de las víctimas se registraron en Bagdad, seguido de la provincia de Nínive y Diyala, ambas en el norte.
Campaña. "La situación de seguridad en las provincias iraquíes ha visto una importante disminución en el nivel de la violencia desde que el Gobierno pusiera en marcha el plan Aplicamos la Ley", vigente en Bagdad y alrededores, según detalla el comunicado. El informe también detecta la reducción en los soldados de EEUU muertos en los últimos meses en Irak: de los 65 de octubre se pasó a los 37 de noviembre y los 21 de diciembre.
