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Un atraco en El Viso del Alcor se salda con un vigilante muerto

Al menos un atracador tiroteó ayer sin piedad en pleno centro de El Viso del Alcor a dos vigilantes cuando se disponían a llevar sacas de dinero hacia su camión blindado. El guarda de seguridad Jerónimo Luna falleció a causa de las heridas, mientras que su compañero logró sobrevivir. Foto: J.M.C.

el 15 sep 2009 / 08:03 h.

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Al menos un atracador tiroteó ayer sin piedad en pleno centro de El Viso del Alcor a dos vigilantes cuando se disponían a llevar sacas de dinero hacia su camión blindado. El guarda de seguridad Jerónimo Luna falleció a causa de las heridas, mientras que su compañero logró sobrevivir.

Los recibió una lluvia de balas -cuyo sonido los testigos compararon al de una "traca"- cuando se disponían a entrar por la puerta de atrás a la plaza de abastos de El Viso, que comunica las calles Real -lugar del suceso- con la vía principal del pueblo, la Corredera. Allí les esperaba el furgón blindado para seguir la ruta.

Como casi todos los días los tres empleados de Prosegur efectuaron la rutina de recogida de dinero de varias entidades bancarias de las inmediaciones. Como confiraron los trabajadores de las sucursales de la Caja Rural (calle Rosario, número 6) y del Banco de Santander ( Real, 45), las dos víctimas llegaron a la Caja Rural a las 10.35.

Un tercer vigilante les aguardaba en el furgón, aparcado en la Corredera muy cerca de la puerta principal del mercado. Según los relatos contrastados de varios testigos, que no confirma la Guardia Civil, aunque su portavoz expuso que era un itinerario "razonable", los guardas jurados salieron de la Caja Rural y se dirigieron al Banco de Santander -hay que atraversar la plaza de abastos- y de allí de nuevo se encaminaron hacia la Corredera. Su intención era volver otra vez atravesando el mercado.

Pero todo se torció a las 11.40, cuando les recibió una nube de disparos al enfilar la rampa que conduce de vuelta al mercado. Tras recibir información de la Guardia Civil, el alcalde de El Viso, Manuel García (PSOE), explicó que una motocicleta llegó a toda velocidad. El motorista, cubierto con un casco, efectuó "al menos ocho" disparos, completó el brigada del puesto de la Guardia Civil de los Alcores en el lugar de los hechos. Los disparos, retomó el hilo el alcalde, se efectuaron "a bocajarro". Con un arma corta (pistola o revólver), precisaron más tarde otras fuentes del Instituto Armado. En todo caso, es un suceso sin precedentes en una localidad hasta ahora tranquila del área metropolitana, con 17.000 habitantes y quye aún mantiene la fisionomía de pueblo.

Al menos uno diparo atravesó el estómago de Jerónimo -48 años, padre de un hijo de corta edad-, y su compañero D.C.P. recibió en los miembros y en la ingle aparentemente cinco más, según el primer examen del hospital. La Guardia Civil investiga el calibre de las balas, deformadas tras los impactos.

Su estado es grave, pero ayuer por la tarde no se temía por su vida, informaron el Hospital de Valme de Sevilla, donde fue trasladado, y compañeros del gremio. A Jerónimo intentaron reanimarlo in situ los servicios de emergencias, pero falleció finalmente en el Hospital Virgen del Rocío, también en la capital hispalense y donde suelen ingresar los heridos más serios.

Entretanto, el autor (o autores) del tiroteo huyó con la misma moto. Aunque la Guardia Civil cercó El Viso y Mairena del Alcor, dispuso de efectivos extra para la persecución e incluso de un helicóptero por si el atracador había huido campo a través, al cierre de esta edición no habían logrado detenerlo.

Hasta el momento las dos entidades bancarias afectadas han declinado aclarar cuánto dinero se ha llevado el delincuente, aunque fuentes de la Guardia Civil cifraron el botín en 100.000 euros.

Aunque desde la Guardia Civil no ha trascendido más información "para no perjudicar la investigación", varios testigos afirmaron ayer que recordaban cómo un motorista había dado pasadas por la zona en días anteriores. Pero los disparos los vieron pocas personas. Y se encerraron en sus casas sin efectuar más declaraciones que a la Guardia Civil, en un clima de miedo que contagió en pocos minutos a la localidad entera.

Abarrotado de gente. Sí hubo mucha gente que oyó las detonaciones, ya que los disparos se produjeron en una calle comercial y en la puerta de atrás de un mercado abarrotado de clientes. Todos los testimonios señalan que se oyó primero un disparo aislado, luego otro, y luego una traca de tiros que ya nadie fue capaz de contar. Incluso hubo quien afirmó ver al criminal en su huida, bien en una vespino, bien en una moto "negra, con un casco negro".

Los servicios de emergencia llegaron antes de que transcurrieran cinco minutos y comenzaron las labores sanitarias. Inmediatamente llegó también la Guardia Civil y agentes de paisano y de uniforme pasaron la mañana efectuando la inspección ocular e interrogando a testigos, mientras que el operativo jaula intentaba atrapar al asesino.

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