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Un 'baby boom' de supermercado

Barriga con barriga, Remedios y Ruth lo mismo reponen artículos de poco peso que cobran desde sus cómodas sillas ergonómicas. Sucede en el Mercadona de Sevilla Este, pero es una tónica en la cadena, donde la tasa de embarazos se ha disparado hasta el 11%, seis puntos más que la media de Sevilla y provincia.

el 15 sep 2009 / 18:48 h.

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Barriga con barriga, Remedios y Ruth lo mismo reponen artículos de poco peso que cobran desde sus cómodas sillas ergonómicas. Sucede en el Mercadona de Sevilla Este, pero es una tónica en la cadena, donde la tasa de embarazos se ha disparado hasta el 11%, seis puntos más que la media de Sevilla y provincia.

Los antropólogos tienen materia de estudio. Las condiciones sociolaborales que se dan en los supermercados Mercadona son tan propiciatorias que ni en época de crisis sus trabajadores se arredran a la hora de plantearse ser padres. Un paseo cesta en mano por la tienda de Sevilla Este, frente al Palacio de Congresos, permite encontrarse con Remedios Montaño y Ruth Pruna, dos empleadas embarazadas que ejemplifican el baby boom constatado en la familia Mercadona.

La estadística así lo revela. En Sevilla y provincia, en 2007, se registraron 23.484 nacimientos el año pasado, un 4,7% del total de mujeres en edad de ser madres (493.024). Ese porcentaje se multiplica por 2,5 en esta cadena, alcanzando el 11%. Expuesto en números, de las 1.840 trabajadoras que la empresa tiene en sus 53 tiendas de Sevilla y provincia, dieron a luz 202 en 2007. Y lo que llevamos de año promete.

Las razones. No es algo casual, se aduce. Todo tiene su explicación y son las propias trabajadoras embarazadas las que las detallan. Remedios Montaño, 33 años, casada y con el marido trabajando también en el súper, va a por su segundo porque "aquí se me ofrece una gran estabilidad laboral al tener contrato indefinido desde el primer día, además de que el sueldo es superior al de la media del sector". Si a eso se le suma que "tengo un horario conocido con antelación que me permite organizarme sin problemas", se entenderá el porqué de su afán por ser madre de nuevo.

Su compañera Ruth Pruna, 31 años, casada y con marido también en la firma, es primeriza, pero sus razones son calcadas: "Antes de trabajar aquí lo hacía en el sector de la restauración y tenía unos horarios muy malos, además de un sueldo que dejaba mucho que desear comparado con el que tengo ahora"; y en cuestión de organización, "casi siempre coincido con mi marido".

El "modelo de calidad total" implantado por Mercadona en 1993 es el que favorece la proliferación de tanta barriga en sus establecimientos y unos niveles más que aceptables de satisfacción en el conjunto de su personal. Un empleado/a cobra desde que entra, con contrato indefinido, 984 euros al mes, y al cuarto año, aunque no promocione, se le eleva a 1.284 euros.

En cuanto a horario, disfrutan de uno continuo, rotando entre mañana y tarde. Un mes antes se planifica, de modo que cada uno de los 3.284 empleados de Mercadona en Sevilla sabe cómo componer su vida laboral (y la familiar) a partir de ese esquema. Y otra gran ventaja que no todas las empresas proporcionan: un mes más de baja maternal que agregar a los cuatro que se ofrecen por ley. "Nos viene estupendamente. Es la forma que tiene Mercadona de recompensarnos por el esfuerzo que hacemos todo el año", valora Remedios Montaño.

Entre algodones. Una vez que se produce el embarazo y es comunicado a la empresa, es cuando comienzan también las atenciones. "Antes cogía mucho peso porque era la responsable de los jamones, pero en cuanto avisé de mi estado me pasaron a caja", cuenta Ruth Pruna.

Y lo mismo relata su compañera, quien añade que "el servicio médico de la empresa me hace un seguimiento durante todo el proceso, poniendo sillas ergonómicas en mi puesto habitual como cajera y pudiendo hacer uso de mis descansos en función de mis necesidades. Así es mucho más fácil", concluye.

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