Cultura

Un bronce de Álvarez Duarte inmortaliza al maestro Manolo Vázquez

De frente, con la muleta en la mano izquierda. Así ha retratado en bronce el escultor Luis Álvarez Duarte a su amigo Manolo Vázquez, el recordado maestro de San Bernardo. Así luce desde ayer en el pedestal instalado en el paseo de Colón, frente por frente a la Casa de la Maestranza.

el 16 sep 2009 / 04:09 h.

De frente, con la muleta en la mano izquierda. Así ha retratado en bronce el escultor Luis Álvarez Duarte a su amigo Manolo Vázquez, el recordado maestro de San Bernardo. Así luce desde ayer en el pedestal instalado en el paseo de Colón, frente por frente a la Casa de la Maestranza formando parte de un complejo escultórico en el que ya figuran Curro Romero, Pepe Luis Vázquez y la estatua ecuestre de la Condesa de Barcelona.

"Es muy justo que hoy esté por fin aquí el monumento a un gran torero, una buena persona y y un gran sevillano", señaló el catedrático Andrés Amorós, íntimo de la familia Vázquez y biógrafo del recordado maestro de San Bernardo, que estuvo inmejorablemente representado en su mujer -verdadera promotora del monumento-, sus cuatro hijos y su larga rastra de nietos.

El poeta Antonio Cruz recordó que Manolo Vázquez siempre decía que "la tarea de un artista es buscar su propia diferencia", a lo que Cruz añadió que "Manolo antes que torero era un artista que escogió como medio de expresión el toreo". Pero la nota más emotiva la puso la viuda del torero. El propio alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez-Monteseirín bromeó cariñosamente al señalar que se trataba de un monumento "al tesón de Remedín Gago", que rememoró la figura de su marido recalcando su ferviente sevillanía: "tenía obsesión con Sevilla, reapareció con cincuenta años para que Sevilla lo quisiera. Hoy estoy muy contenta pero tengo el alma rota", señaló emocionada Remedín Gago, que interpeló a Monteseirín diciendo "todo lo que le pongamos es poco, señor alcalde". El regidor sevillano, por su parte, renovó la apuesta de la ciudad por la fiesta de los toros señalando que "con este monumento nos reconocemos en un estrato fundamental de nuestra cultura".

El acto, que congregó a numerosos representantes de la sociedad sevillana también fue un muestrario de los hombres del toro. En la acera del paseo de Colón, bajo un fuerte calor que provocó fuertes querencias a las zonas de sombra, se pudo ver a los matadores Manuel Jesús El Cid, José Ortega Cano, Manolo Cortés -en capilla antes de la alternativa de su torero, Pepe Moral- y Eduardo Dávila Miura, al que le unían estrechos lazos de amistad con el maestro desaparecido. También hubo una notable presencia de veteranos banderilleros sevillanos como Curro Puya, Tito de San Bernardo, Finito de Triana, Rafael Torres y El Pío. De las nuevas generaciones y restablecido de la cornada sufrida en Madrid, también acudió Rafael Cuesta, de la cuadrilla de Morante. También acudió a la cita el presidente de la CEA y promotor del monumento, Santiago Herrero y el hermano mayor del Gran Poder, Enrique Esquivias.

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