Guillermo Repetto, de la UPO, investiga la verdad sobre la muerte de Pablo Neruda. ELCORREO
Exhumar los restos del poeta Pablo Neruda que falleció el 23 de septiembre de 1973 es uno de los deseos más largamente acariciados por los familiares de quien fuera Premio Nobel. ¿El objetivo?Determinar, a 40 años de su muerte, si el escritor fue asesinado por la dictadura militar de Pinochet. Así lo explica el profesor Guillermo Repetto, responsable del Área de Toxicología y coordinador del master en Criminología y Ciencias Forenses de la sevillana Universidad Pablo de Olavide.
Él, junto a un equipo que entre especialistas y observadores reunirá a 12 personas, es uno de los científicos sobre el que recae un mayor peso:Vamos a encontrarnos con dos limitaciones muy importantes; de un lado se tienen pocos datos de la historia clínica y de los medicamentos que se le administraron a Neruda; de otro, se perdió mucha información a causa del golpe de estado, explica. A esto hay que añadir otro hecho incontestable:Han pasado 40 años desde su fallecimiento, el cuerpo estará muy degradado y, con él, todos los compuestos que pudieran aportarnos pistas claves.
Fue el exchófer de Neruda quien ocupó la primera plana en 2011 cuando denunció en la revista mexicana Proceso que el régimen fascista de Pinochet había ordenado envenenarlo:Aprovechando su estancia en el hospital por un supuesto cáncer le pusieron una inyección letal en el estómago, dijo entonces. Repetto pone esta y otras teorías en cuarentena porque en las investigaciones forenses siempre se parte de que los expertos implicados no apoyamos ninguna hipótesis, lo que no significa que nuestra conclusión pueda dar la razón a quienes piensan que Neruda fue asesinado por afines al régimen.
Enterrado primero en Santiago de Chile y trasladado en 1992 a su casa de Isla Negra, frente al Pacífico, los restos del poeta serán exhumados hoy nada más que empiece a clarear el día. Por suerte todo el proceso del enterramiento está perfectamente documentado mediante material fotográfico, por lo que no hay duda en cuanto a la certeza de su identidad, añade el profesor sevillano, quien, ayer, no podía estimar un tiempo aproximado para alcanzar uno u otro resultado:Hemos firmado una cláusula de confidencialidad para no dar lugar a especulaciones mientras dure la investigación, la familia comunicará el informe final cuando lo tenga y lo estime conveniente, explicaba ayer al respecto del extremado celo con el que se va a llevar a cabo el trabajo.
El juez, una docena de peritos, el abogado del Partido Comunista donde militaba el escritor, un sobrino y un sobrino-nieto estarán presentes en el momento de sacar los restos. Habrá además tres observadores internacionales que vigilarán el traslado de la urna a un laboratorio en Santiago de Chile donde se instalará bajo estrictas medidas de seguridad. Repetto cree que una selección de muestras podría ser enviada a Sevilla para su análisis pormenorizado aquí.Pero todas las posibilidades están abiertas. Avanzaremos todo lo que nos sea posible, pero siempre con la máxima cautela, indica.
