De izq. a dcha, Francisco, Juanito, Mariano Suárez, Puñema y Pedro Pablo.
Coria del Río, la Barakaldo del Sur, es la factoría de cantera más rentable de Andalucía. Caminar por sus calles sin notar el aliento del deporte rey es, sencillamente, un imposible. La localidad ya se ha transformado para ser testigo del quinto play-off de ascenso que disputa su Coria. El Correo ha reunido a los protagonistas de las eliminatorias celebradas en 1957, 1986, 1999 y 2013, años en los que, junto al 2012, el once ribereño trató de abandonar la Tercera División, una categoría en la que asume el rol de Decano gracias a su impoluta trayectoria.
El Coria se fundó en 1923. Apenas nueve años después nació uno de los jugadores más relevantes en la historia de la entidad, José Soto Sánchez, Puñema (Coria del Río, 2 de enero de 1932). Enrolado en la disciplina del Cádiz a causa de su cesión por el Sevilla, Puñema retornó a su localidad natal para vivir un play-off en el que el conjunto amarillo doblegó al Trafalgar antes de claudicar ante el Calvo Sotelo. El partido se jugó en el campo del Sevilla porque se esperaba muchísima gente, explica 56 primaveras después. Coria siempre ha vivido mucho el fútbol, comenta con orgullo bajo la atenta mirada de Juan José Pérez Cañestro, Juanito (Coria, 15-8-1954). Juanito, que ahora ejerce de delegado de la primera plantilla, disputó el play-off de la 1985-86, en la que el Eibar se impuso a un plantel ribereño en el que militaban, además de Juanito, Arrazola o Pérez Venegas.
El entrenador era José Antonio Viera -ahora diputado socialista por Sevilla- y teníamos un equipazo. Recuerdo que en el partido de vuelta el árbitro fue anticasero, rememora con nostalgia. Juanito habla con la certeza de haber sido un emblema en el Coria, un club que brindó la mayor alegría de su carrera a Pedro Pablo Japón Fuentes (Coria, 9-1-1974).
Pedro Pablo Japón presume de haber participado de forma activa en el hasta ahora primer y único ascenso a Segunda División B de la historia. Sabíamos que íbamos a ganar seguro el último partido de la liguilla, apunta. El día al que se refiere fue el inolvidable 30 de junio de 1999 -aquella tarde logró retornar el Sevilla a Primera-. El Coria visitaba el Romano de Mérida y debía ganar para ascender. Un incontestable 0-4, con goles de Lobillo, bigoleador, Mino y Cisco, cerró una temporada sensacional.
Cuando llegamos a Coria había gente bañándose en la fuente del Parque Carlos de Mesa, apunta con una sonrisa que le delata. Yo ya estoy un poco desconectado del fútbol, pero aquel año había mucha gente en el campo desde el comienzo de la Liga, señala alguien que cree ciegamente en el Coria 2012-13, un plantel que, a las órdenes de dos corianos de pro, Mariano Suárez en el banquillo y Francisco Lama en la dirección deportiva, tratará de emular a aquellos héroes cuyas fotografías son, en la mayoría de los casos, en color sepia. Vamos a subir, sí, claro, dice Puñema. Es el mensaje colectivo de un grupo de corianos que soñaron con una celebración que 20 elegidos podrán convertir en realidad desde mañana a las 12.00.
