Ayer, de madrugada, había alguien en Sevilla que no dormía. Vigilaba. Estaba pendiente de un viaje, el de algún familiar, un amigo, un conocido, que iba a cruzar el Estrecho de Gibraltar en una patera. Llegó la llamada inicial: salimos de una playa de Tánger. Después, el silencio. A las 5.30 horas, ante la ausencia de noticias, ese alguien llamó al servicio de emergencias 112. Hay una zodiac camino de Tarifa con la que se ha perdido el contacto. Empieza la búsqueda.
Como explican desde la Comandancia de la Guardia Civil en Algeciras (Cádiz), no es extraño que el aviso a emergencias o a Salvamento Marítimo venga de ciudades del interior, como Sevilla, Madrid o Barcelona. "Es común en el caso de pateras con subsaharianos, porque en estos lugares tienen cierta infraestructura y confían en sus conocidos para que le presten la ayuda inicial, una vez que llegan a España", apuntan. El protocolo es sencillo: algunos de los inmigrantes se pone en contacto con su enlace en la península y le avisa del día y hora de partida y de la travesía; a veces, hasta se indica el número de viajeros. Si en unas horas previstas no hay llamada avisando de la llegada a tierra, siempre habrá quien alerte de un posible naufragio, como es el caso.
Los subsaharianos, sean senegaleses, nigerianos, mauritanos o caboverdianos -que son los que más se aventuran a cruzar la orilla-, tienen un fuerte sentido de la comunidad, por lo que "se prestan ayuda unos a otros, y más en una situación de carencia como esta", añaden desde la Benemérita. En el caso de Sevilla, la población nigeriana asciende a 1.347 personas, hay 579 senegaleses y 181 mauritanos, según datos aportados esta misma semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifras no son altas, pero se trata de minorías "muy compenetradas, en las que hay mucha comunión", explica Rafael Lara, portavoz de la ONG Pro Derechos Humanos de Andalucía. En Madrid, donde hay más de 10.000 nigerianos, o en Barcelona, donde superan los 4.000, "las llamadas a emergencias son cotidianas". Incluso se han dado casos de alertas desde España referidas a naufragios en las proximidades de Italia. No obstante, pocos son los que llegan y se quedan en Andalucía, "porque ésta es más una tierra de paso para estas comunidades, que luego viajan al norte".
