El incendio de un contenedor ante el número 20 de la calle Jesús de la Veracruz, a la altura del cruce con la calle Baños, afectó a un turismo modelo berlina que quedó totalmente calcinado e hizo estallar el escaparate de una peluquería. El dueño del coche se plantea demandar al Consistorio por los graves daños.
Cuando Javier Cornejo fue a recoger su coche se topó con la desagradable sorpresa de que estaba completamente calcinado. El incendio del contenedor de basuras que estaba al lado, que quedó reducido a una lámina de plástico pegada en el suelo, afectó a su coche, un Peugeot 306 modelo ranchera de color gris que quedó muy afectado: toda la parte trasera, por fuera y por dentro, estaba destrozada por las llamas. Lo peor es que nadie lo avisó, y cuando a las once de la mañana se acercó a recoger el coche porque tenía pensado ir a la localidad de Pedrera, se lo encontró así.
El fuego comenzó sobre las cuatro de la madrugada, la hora a la que los Bomberos recibieron el aviso, según informaron fuentes del Servicio de Extinción de Incendios, que no pudieron precisar las causas del fuego aunque recordaron que los incendios intencionados de algún contenedor son una tónica general cada noche. A esa hora, el dueño del vehículo recibió una llamada en el móvil de un número anónimo, pero no llegó a cogerlo y vio el aviso ya por la mañana. Cuando se acercó a recoger el coche se quedó "frío", tan sorprendido que ni siquiera se enfadó.
Sin embargo, después de poner la denuncia en la comisaría de la Alameda y tras plantearse llamar al servicio de asistencia en carretera para que se llevara los restos quemados del turismo de la calle -"ahí no lo voy a dejar", decía, aunque nadie le ha comunicado que deba trasladarlo-, sí comenzó a pensar en hablar con su abogado "para denunciar al Ayuntamiento o a Lipasam" por los graves daños sufridos.
El turismo estaba asegurado contra daños a terceros, pero no a todo riesgo, aunque en todo caso Javier no tenía claro que el seguro cubriera un accidente semejante, ya que al parecer el incendio pudo ser intencionado. La semana pasada quemaron otro contenedor, y las llamas también afectaron a un coche muy parecido al de Javier, un Volvo también modelo ranchera, en la cercana calle Virgen de los Buenos Libros.
En todo caso, el turismo no parecía tener muchas posibilidades de arreglo: "Creo que sería más caro que comprar otro", decía su dueño, que hasta ahora, al vivir en el Centro y no tener aparcamiento, solía dejar su coche aparcado en la calle de noche.
El fuego afectó también al escaparate de la peluquería de señoras Azul, en el número 27 de la calle Jesús de la Veracruz. El cristal estalló por la alta temperatura que alcanzó el lugar a causa del fuego, y todavía estaban en trámites para saber si el seguro les cubriría los daños, según informaron en el establecimiento. Los vecinos les habían comunicado al llegar por la mañana que se percataron del incendio a las cuatro de la mañana, cuando ya se había producido, pero nadie vio quién pudo haberlo provocado.
Hace menos de un mes, la Policía Local detuvo no muy lejos de esta zona, en las inmediaciones de la calle Feria, a un contenedor de basura que ardía a pocos metros de donde los Bomberos habían apagado otros dos recipientes similares hacía pocos minutos. El detenido, un varón de 45 años de origen magrebí, fue sorprendido abriendo con una mano la tapa de un contenedor de la calle Resolana, mientras que con la otra mano hacía uso de un mechero para intentar prenderle fuego.
