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Un Dépor experimental huye de la mediocridad reciente

El Deportivo busca su esencia en Primera. El conjunto que adiestra Miguel Ángel Lotina ha perdido a uno de sus otrora referentes, Coloccini, ahora enrolado en la disciplina del Newcastle inglés, y ha debido reestructurar su pizarra ante la intermitencia de un Juan Carlos Valerón intermitente y lesionado.

el 15 sep 2009 / 17:45 h.

El Deportivo busca su esencia en Primera. El conjunto que adiestra Miguel Ángel Lotina ha perdido a uno de sus otrora referentes, Coloccini, ahora enrolado en la disciplina del Newcastle inglés, y ha debido reestructurar su pizarra ante la intermitencia de un Juan Carlos Valerón intermitente y lesionado.

Miguel Ángel Lotina fue el principal artífice de la postrera continuidad del Deportivo en Primera en el anterior ejercicio. El técnico vasco recurrió a un rocoso 5-3-2 para obrar la hazaña, aunque las significativas ausencias que ha registrado la plantilla blanquiazul -Coloccini y el sueco Christian Wihelmsson- han generado una redistribución táctica. El de Meñaca ha optado por recuperar una línea de cuatro en defensa, escoltada por un doble pivote de carácter recuperador y tres mediapuntas rápidos y no exentos de verticalidad y eficacia.

Lotina aún no ha sido capaz de explotar el rendimiento de una plantilla que ha logrado conservar su columna vertebral. En el período de precampaña, la continuidad más relevante era la del canario Juan Carlos Valerón, que, a priori, debía asumir el monopolio de la construcción blanquiazul. Sin embargo, su intermitencia ha concedido el máximo protagonismo al canadiense De Guzmán y al malacitano Juan Rodríguez, que han exprimido su rendimiento con la polivalencia de los tres mediapuntas, Pablo Álvarez, Lafita y Guardado.

Sin embargo, el principal óbice para el engranaje del Dépor es su incapacidad ofensiva. Los delanteros de Riazor han encadenado 1.020 minutos sin celebrar una diana en competición oficial. La ineficacia de los puntas ha castigado al once blanquiazul en numerosos encuentros. La incapacidad para anotar goles a balón parado ha sido, además, decisivo en el inicio de la Liga. Los coruñeses son, en el plano negativo, uno de los equipos que menor índice de rendimiento explota a las acciones estratégicas.

Lotina, pese a no repetir el conservador 5-3-2, sí ha decidido facilitar el período de adaptación de las nuevas incorporaciones con una proposición de riesgos calculados. Con un equilibrado 4-2-3-1, la presencia de los nuevos inquilinos del once herculino ha ido creciendo con el transcurso del tiempo. El ex atlético Zé Castro se ha consolidado en una cobertura en la que el catalán Lopo es el referente. El murciano Mista, del Atlético, o el mexicano Omar Bravo se unieron a la nómina de altas en Riazor.

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