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Un día de calma tensa, de reproches y dolor ante la tragedia

Écija vivió ayer su segundo día de luto oficial por el trágico fallecimiento de los seis miembros de una familia en el incendio de su vivienda en la barriada de Las Moreras el pasado domingo. Más de 24 horas después del luctuoso suceso, que derivó en un brutal ataque a los bomberos que intervinieron, reina en la ciudad una calma tensa.

el 15 sep 2009 / 03:35 h.

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Écija vivió ayer su segundo día de luto oficial por el trágico fallecimiento de los seis miembros de una familia en el incendio de su vivienda en la barriada de Las Moreras el pasado domingo. Más de 24 horas después del luctuoso suceso, que derivó en un brutal ataque a los bomberos que intervinieron, reina en la ciudad una calma tensa.

La prioridad para el Ayuntamiento de Écija, que preside Juan Wic (PSOE), es atender a los familiares en todo lo que necesiten y preparar el entierro de los fallecidos, de los que cinco eran de la ciudad. Todo eso antes de iniciar una investigación sobre la actuación de los bomberos en el incendio que el pasado domingo a primera hora acabó con la vida de la familia Romero Priego:los padres, dos hijos y una hija y el novio, vecino de Lora del Río, de ésta, embarazada de tres meses.

El compromiso de esa investigación, en la que se cruzarán los argumentos de los vecinos con los datos del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios (Sepei) registrados en la grabadora de comunicaciones del parque central de bomberos, busca esclarecer cuál de los dos argumentos es el verdadero. Si el de los familiares y vecinos del número 24 de la calle Haya que acusan a los bomberos de acudir tarde y actuar mal en la extinción de las llamas, o el de los profesionales del cuerpo que defienden su actuación.

"Vamos a analizar los datos y no se va a eludir responsabilidades si las hubiera", garantizó el regidor, quien no aclaró, sin embargo, si el Ayuntamiento de Écija piensa tomar medidas legales o de algún otro tipo contra las personas que agredieron brutalmente a los bomberos cuando salían del lugar del suceso.

"Compartimos el dolor pero entendemos que nuestro trabajo es ponernos a disposición de la familia y dar sepultura a los vecinos tristemente fallecidos", insiste el alcalde, que ayer al mediodía se reunió con una representación vecinal de Las Moreras, entre ellos varios familiares de los fallecidos. Destacó también el "clima tranquilo" en el que transcurrió la conversación, el mismo ambiente en que se desarrolló una concentración de unas 200 personas, vecinos de Las Moreras y de barrios cercanos, a las puertas del consistorio, sólo roto por alguna vecina que pedía a gritos que el alcalde "dé la cara y no se esconda" y algún otro que exigía "que echen a todos los bomberos y contraten otros nuevos".

El regidor quiso limar posibles asperezas con los vecinos y pedir disculpas "si alguna de nuestras acciones o manifestaciones les ha podido molestar". También definió como ejemplar el desarrollo de la concentración. "Ésa es la gente del barrio de Las Moreras, no lo que se vio ayer, que fue fruto de la tensión y los nervios", aseveró en alusión al medio centenar de personas que intentó agredir a los bomberos.

Los portavoces de los vecinos comentaron, por su parte, que la reunión con el alcalde y la concentración en la Plaza de España, el Salón, eran para hacerle llegar una serie de propuestas sobre la barriada que, fundamentalmente, se resumen en la cuestión de la que han hecho caballo de batalla los inquilinos de las 99 viviendas protegidas de Las Moreras desde el trágico suceso del domingo: la petición "de un cuerpo de bomberos digno y preparado", como rezaban las pancartas de los manifestantes.

Tras la reunión, el portavoz de los ciudadanos, Antonio Núñez, citó a los vecinos a esa otra reunión "para aclarar quién dice su verdad". Pidió unidad "en honor a los seis muertos que tenemos en el pueblo, y hacer ver que somos personas". Y sentenció: "Vamos a seguir comportándonos hasta que podamos demostrar que los bomberos no tenían medios suficientes o que llegaron tarde por lo que fuera".

Desde primera hora de la tarde, los vecinos de toda la barriada colocaban ante la vivienda siniestrada lazos negros en señal de duelo, ramos de flores y cartulinas con mensajes pidiendo "justicia". Por la noche, empezaron también a colocar velas en recuerdo de los fallecidos.

Todavía no hay fijada fecha para el entierro de los fallecidos, cuyos cuerpos fueron trasladados ayer del Instituto Anatómico Forense hasta un tanatorio. Se está a la espera de los resultados de los forenses y de los datos del análisis de ADN. Como muy pronto estarán mañana.

Vigilancia. El Ayuntamiento de Écija puso ayer a disposición de los familiares un panteón en el cementerio para el sepelio y un autobús para que se puedan trasladarle a la capital hispalense sin necesidad de recurrir a sus coches. Paralelamente, los familiares de las víctimas están siendo atendidos por psicólogos de la Junta de Andalucía y del propio Ayuntamiento de Écija.

Por otra parte, los bomberos guardaron ayer silencio ante lo ocurrido. Sólo habló Antonio Alhama, responsable del parque de bomberos, para subrayar su confianza en sus compañeros. Trasladó el malestar del cuerpo tanto por la agresión como por las críticas que están recibiendo. De hecho, los bomberos irán a los tribunales para denunciar el intento de agresión y las supuestas injurias que, a su juicio, reciben de algunos vecinos. Es más, la Policía Nacional y la Policía Local patrullaron ayer por las inmediaciones del parque de bomberos, aunque al margen de los disturbios vividos el pasado domingo, no hubo altercados. Los psicólogos lo atribuyeron a la tensión por una tragedia de esta dimensiones.

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