Para la pérdida de memoria, rabitos de pasa, pero, ¿y para evitar la pérdida de carteras, paraguas y llaves? Hay científicos que aseguran que lo de extraviar cosas tiene causa genética: si acaba de soltar las gafas encima de la mesa y al segundo parecen haber desaparecido o si lleva meses en busca y captura del pasaporte, lo suyo se debe a la falta de una proteína en la posición 57 del cromosoma tres. Casi nada. Poca cosa se puede hacer con los despistados, excepto tener fe y acercarse al Negociado de Objetos Perdidos que hay a espaldas de la estación de autobuses del Prado, que la virginidad es lo único que, una vez perdida, no se puede recuperar, pero todo lo demás...
"Maletas, bastones, rebecas, carpetas de apuntes, bicicletas...", la lista de artículos extraviados del año pasado supera los 7.500, y sólo poco más de 3.000 se reencontraron con sus dueños. Quien habla, da datos y cuenta estupefacta algunas de las historias que hay tras los objetos es Carmen Román, la jefa. "Un dato llamativo", dice, "menos de diez días quedan para que concluya el primer mes del recién estrenado 2010, y ya se han perdido sólo en la capital cerca de 450 cosas". Y todas están en los escasos metros cuadrados del negociado: las carteras y móviles se amontonan en las estanterías, mientras que los paraguas forman racimos en apretadísimas cajas de cartón.
Los objetos personales, como la vergüenza o el pudor en muchos casos, se pierden más en las fechas festivas, y cada una se caracteriza por un extravío determinado. Así, en Navidad, se encuentran juguetes con papel de regalo y todo, "e incluso un carnet de beduina de la pasada cabalgata", en Semana Santa los carritos de los niños chicos se cuentan por pares, en Feria, los mantoncillos y peinetas se quedan en el Metro de vuelta a casa, y las llaves para abrir la puerta aparecen huérfanas en el Real. Hasta un caballo cuenta Carmen que encontró la Policía sin jinete alguno a sus lomos: "Menos mal que al final apareció, porque aquí el caballo no entra", confiesa la responsable de la oficina entre risas. Las estaciones también tienen lo suyo: en verano, abanicos, en invierno, paraguas.
Hasta el papelito más pequeño allí esta informatizado, y el proceso es rápido: ¿Qué ha perdido el DNI? Da su nombre, lo introducen en el ordenador y... voilà, en menos de diez segundos tiene de vuelta su documentación. Si no aparece el dueño, cosa que ocurrió el pasado año con más del 50% de los artículos, llega la buena acción: se esperan dos años y una vez concluidos se destruyen los documentos y los objetos se donan. Ayer mismo 718 objetos del 2007 se dieron a Remar Andalucía, una asociación que actúa en países en vías de desarrollo.
No se valora lo que se tiene hasta que se pierde... Hasta el Prado llegan preguntando por "una dentadura o un sonotone", pero no aparecen. Llegados a este punto, más vale rezarle a San Cucufato y hacerle cuatro nudos a un pañuelo blanco, dicen las despistadas lenguas que funciona.
Testimonios: ¿Ha perdido algo?
Javier Gómez
Camarero, 37 años.
He perdido llaves, gafas, móviles... En el bar, como está cerca del juzgado, se dejan documentos
Beatriz María
Estudiante, 28 años.
En Fin de Año me quité los zapatos para dormir en el autobús, cuando me desperté no estaban
Natalia Delgado
Dependienta, 36 años.
Una vez me dejé un monedero con 300 euros en un bar y los perdí. No lo olvidaré jamás
Ángel Casais
Barrendero, 37 años.
Ayer trabajando me encontré una bolsa con 20 juegos de ordenador. Me he quedado con diez
De utilidad:
Qué: El Negociado de Objetos Perdidos reúne en sus estanterías casi 450 artículos perdidos en Sevilla en enero.
Premio: Si encuentra dinero por la calle y lo lleva al Negociado, el dueño, si aparece, está obligado a darle el 5% del valor (o el 10%, si es inferior a 12 euros). Si no aparece, puede quedarse con todo. La honradez tiene premio.
Dónde: Si ha perdido o encontrado algo, vaya a la calle Manuel Vázquez Sagastizabal, 3. No olvide el DNI.Cuándo: De lunes a viernes, de 9.00 a 13.30. Para saber más, llame al 954 420 403, o entre en www.sevilla.org.
