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Un grave error de Moratinos

En julio de 1981 los príncipes de Gales hicieron en Gibraltar la primera etapa de su viaje de novios. Posteriormente, hace solo unos meses, exactamente en marzo, la princesa Ana visitaba la Roca para inaugurar el centro médico que lleva su nombre. Han tenido lugar...

el 16 sep 2009 / 06:01 h.

En julio de 1981 los príncipes de Gales hicieron en Gibraltar la primera etapa de su viaje de novios. Posteriormente, hace solo unos meses, exactamente en marzo, la princesa Ana visitaba la Roca para inaugurar el centro médico que lleva su nombre. Han tenido lugar otras visitas de personas reales del Reino Unido a la colonia británica, pero destacamos estas dos porque en ambas ocasiones se produjo la protesta del Gobierno de España. José Pedro Pérez Llorca, ministro de Asuntos Exteriores en el Gobierno Calvo-Sotelo, elevó sus quejas al Foreign Office por la imprudente escala de Carlos y Diana en Gibraltar, como así lo ha hecho también el actual secretario de Asuntos Exteriores, Ángel Lossada Torres-Quevedo, cuando Ana de Inglaterra puso pie la primavera pasada en el usurpado territorio.

Desde va a hacer trescientos años, los gobiernos constitucionales o golpistas de España se han tenido que resignar a convivir con el problema pero ningún ministro de Estado ha llegado tan lejos como el señor Moratinos que compuso ayer una foto para la historia, junto a su colega británico y al botarate primer ministro Caruana, con las banderas inglesa y gibraltareña como telón de fondo.

Era un gesto innecesario por parte de España y un error incomprensible del ministro de Asuntos Exteriores, cuyo departamento no podrá objetar en adelante ninguna otra visita de personalidades británicas o de la Unión Europea. Porque por mucho que se quiera explicar este absurdo paso oficial al otro lado de la verja, no deja de esparcir un aire de cierto reconocimiento de soberanía, o al menos así lo utilizará la hábil diplomacia del Gobierno de Su Graciosa Majestad.

Nos parece bien el Foro creado en 2006 para los asuntos de Gibraltar porque, pese al mamoneo histórico de ingleses y llanitos, España no puede renunciar al diálogo y la negociación. Otra cosa es que ese Foro se celebre en el último vestigio colonial de la Europa unida. ¿Por qué Londres se niega a iniciar un proceso de descolonización semejante al de Hong Kong? ¡Ah, China es mucha China!

Y mientras tanto hasta el más desinformado de los españoles sabe a qué se dedica Gibraltar, paraíso fiscal con más bancos y banquitos que tabernas tiene Antón Martín, que diría Sabina. Lavanderías de dinero negro, contrabando, submarinos nucleares monocasco, ampliación a placer de sus aguas territoriales, que en puridad sólo son las de su puerto, contaminación a tutiplén y los más pudientes y sus gobernantes viviendo tan ricamente en Sotogrande, terminan de completar el cuadro de esta ficción mantenida contra el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas.

Pero si todo ello constituye un agravio para el conjunto de España, ni que decir tiene el grado de ofuscación que nos produce a los andaluces. ¿Qué pintaba ayer en Gibraltar el consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía? Si como ha querido presentarse era un tema exclusivo de Asuntos Exteriores, que sepamos las Comunidades Autónomas no tienen la menor competencia en ese terreno. Señor Pizarro: apúntese un cero.

Periodista

gimenezaleman@gmail.com

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