Un hombre de 44 años de edad y natural de Córdoba falleció ayer ahogado en el río Guadalquivir, a la altura del puente de Triana, al parecer tras introducirse él mismo en el agua para bañarse, según explicó la Policía Nacional, que lo identificó como un indigente que vivía en la zona. Su cuerpo fue rescatado por los Bomberos de entre la maleza cercana a la orilla en torno a las dos de la tarde, tras ser alertados por un testigo que lo vio entrar en el agua y se dio cuenta de que no volvía a salir a la superficie.
El testigo llamó al teléfono de emergencias 112 a las 13.26 horas e indicó que el hombre se había metido en el agua a la altura del bar Capote, junto al puente de Triana. Había dejando la ropa doblada en la orilla hacía cinco minutos pero no había vuelto a salir. Los Bomberos comenzaron a buscar con ayuda de una barca en el punto exacto en el que les habían indicado los testigos.
Uno de ellos se introdujo en el agua ayudado con un palo, con el que tanteó en la maleza en la zona cercana a la orilla, y se sumergió varias veces hasta que localizó el cuerpo a unos dos metros de profundidad y lo sacó a la superficie con ayuda de un segundo bombero, según explicó a este periódico un testigo presencial. El hombre llevaba sólo un pantalón, ya que se había quitado la ropa para bañarse. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada para salvarlo, puesto que cuando fue localizado ya había fallecido.
La Policía Nacional lo identificó como un hombre de 44 años, natural de Córdoba. Tenía antecedentes policiales en esa ciudad pero no en Sevilla, donde tampoco había sido atendido por los servicios sociales ni había acudido al centro de transeúntes. El caso se ha dado por cerrado al considerarse un accidente, después de que los policías desplazados tomaran declaración a varios testigos que, presas de los nervios y entre lágrimas, confirmaron que la víctima había entrado en el agua por sí mismo, probablemente para darse un baño.
El lugar del suceso está muy cerca de las Naves del Barranco, donde suele refugiarse por las noches un grupo de indigentes, cuyas pertenencias, como mantas, cartones o maletas, estaban ayer repartidas por los laterales de este edificio municipal, que presenta un alto grado de abandono.
Dos muertes en 2009. Al menos dos personas murieron el año pasado ahogadas en el río a su paso por el tramo urbano de Sevilla, donde está prohibido bañarse por su elevada peligrosidad. Se trata de un río con fuertes corrientes internas y con mucha maleza en el fondo, también en la zona más cercana a las orillas, lo que hace fácil que los nadadores puedan engancharse y no puedan salir. Hay muchos juncos, raíces de árboles y basura en el fondo, que además es fangoso y no permite impulsarse, por lo que un nadador poco experto o alguien que sufra un calambre, o simplemente se vea arrastrado por la corriente, puede sumergirse sin poder nadar hacia afuera.
En julio de 2009, un extranjero fue encontrado, sin documentación en el tramo entre el puente del Alamillo y el de la Barqueta. En septiembre, otro cadáver fue rescatado a la altura de la Torre del Oro, al parecer también ahogado mientras se bañaba, puesto que vestía un bañador.
La cifra es similar a la de otros años, igual que la zona: los ahogamientos suelen producirse en sitios transitados, en los que es fácil acceder al agua como el puente de Triana, o incluso Plaza de Armas, donde en 2008 falleció un gorrilla que solía aparcar coches por esa zona.
A pesar de este riesgo, vecinos de la zona aseguran que desde el puente de Triana los chavales se siguen lanzando al agua de vez en cuando sólo por diversión.
