Se llama Antonio José Herrezuelo Palacios, tiene 37 años, es malagueño y reside en Marbella. Es responsable financiero de Canei Red, una sociedad patrimonial familiar que agrupa inversiones inmobiliarias, y que ha pasado a ser la nueva propietaria de la centenaria fábrica de loza La Cartuja de Pickman, ubicada en el municipio sevillano de Salteras.
Aunque hacía un mes que se había alcanzado un preacuerdo para que la familia Portes cediera el testigo de la empresa, fue ayer cuando se escenificó el traspaso que tendrá que ser hoy ratificado por la asamblea de los trabajadores y que, según la Junta, no supondrá desembolso alguno para las arcas públicas.
El principal compromiso ha sido el mantenimiento del empleo, de modo que se conservarán 98 de los 106 trabajadores actuales, es decir, sólo se producirán ocho extinciones de contrato, con salidas voluntarias y una indemnización a razón de 25 días por año trabajado durante doce mensualidades máximo.
Así, de forma inmediata se incorporarán una veintena de personas con el objetivo de que en mayo, mes en el que Herrezuelo quiere retomar la producción de loza tras dos años paralizada, se alcancen los 82 trabajadores, hasta sumar 98 a finales de 2011.
De todos modos, el pacto suscrito contempla la obligación del nuevo dueño de mantener un mínimo de 75 personas tanto en fábrica como en talleres durante un periodo de cinco años.
El nuevo inversor ha salvado el principal escollo que ha mantenido inactiva la fábrica de cerámica desde finales de febrero de 2009, y que no era otro que la abultada deuda de 9,5 millones de euros que arrastraba.
Herrezuelo explicó que de esa cifra ya se han cancelado 4,5 millones con Cajasol, entidad con la que queda un saldo pendiente de 1,6 millones, y con la que negocia facilidades para su devolución.
Junto a Cajasol, la Seguridad Social y Hacienda son los principales acreedores de Pickman, que les adeuda 3,8 millones de euros -ya han iniciado los contactos para estructurar la puesta al día-, mientras que otros 400.000 euros se corresponden a salarios y complementos de sueldos no abonados.
Herrezuelo, que mostró su primer interés por Pickman en abril del año pasado y materializó en oferta el pasado octubre, ha diseñado un ambicioso plan para reflotar la compañía, cuyos primeros pasos la llevarán a reiniciar las actividades comerciales para abastecer los canales de distribución tradicionales.
Además, perseguirá mejorar la cadena de producción haciéndola más competitiva -objetivo al que destinará 600.000 euros- y explotar "mucho más" la marca La Cartuja de Pickman.
El plan de crecimiento pasa por diversificar la producción hacia la cristalería, cubertería y mantelería, y adentrarse asimismo en la marroquinería (carteras, maletines...), así como dar el salto a los mercados internacionales, aún vírgenes.
Las previsiones del nuevo propietario se enmarcan en producir a finales de este año unas 700.000 piezas y alcanzar los cuatro millones de euros en ventas, para sumar beneficios en 2012. "Pickman vuelve al mercado. Busca la rentabilidad, pero será socialmente responsable", adujo.
Herrezuelo no se sintió solo en su presentación. Estuvo respaldado por los consejeros de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, y de Empleo, Manuel Recio, así como por los dirigentes sindicales de CCOO-A, Francisco Carbonero, y de UGT-A, Dionisio Valverde, la presidenta del comité de empresa, Carmen Viveros, el alcalde de Salteras, Antonio Valverde, el senador por Sevilla y candidato a la Alcaldía Juan Espadas, y un representante de Cajasol.
Antonio Ávila justificó la elección del proyecto de Herrezuelo de entre otras propuestas para reflotar Pickman por ser el que mostraba "más solidez y viabilidad" de cara al futuro, además de destacar su "claridad de ideas".
La presidenta del comité de empresa, Carmen Viveros, ensalzó que "mejor acuerdo que éste no se ha podido alcanzar porque es bastante bueno" y, tras recordar "la larga y dura lucha" de dos años en los que la plantilla ha estado inmersa en una sucesión de ERE temporales, apostilló que en ningún momento los trabajadores "nos hacíamos a la idea de que Pickman fuera a cerrar".
«La Cartuja me enamoró; es mi proyecto personal»
Antonio José Herrezuelo trabajaba en una consultoría de empresas en crisis. De hecho, conoció a Pickman mientras le buscaba un comprador.
Tras abundar en los 170 años de historia de la centenaria fábrica, ésta "me enamoró y me sedujo", así que le planteó a su familia por qué no hacerse cargo de un negocio que aborda como su "proyecto personal" y al que se dedicará en "exclusiva".
Este malagueño trabajó tres años y medio en Londres, en el banco Maple Bank, gestionando capital privado, y fue cuatro años director financiero de la promotora Evemarina.
