Eran las 8 de la mañana del pasado domingo cuando Antonio David P.G., un joven de 23 años que estudia y trabaja en Sevilla, salió de una discoteca del paseo Rey Juan Carlos con un amigo. Cuando ambos se separaron, Antonio David se dirigió a su casa por el puente del Cachorro y, en la escalera de un parking detrás de Plaza de Armas, se cruzó con tres individuos que comenzaron a insultarle y a amenazarle: "Maricón, te vamos a matar, hijo de puta". Los agresores "homófobos" golpearon y agredieron verbalmente con insultos a esta persona "sólo por su condición sexual", según la presidenta de la Coordinadora Girasol de Asociaciones de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Andalucía, Ceuta y Melilla, Mar Cambrollé.
El joven asegura que, sin mediar palabra alguna, uno de los agresores llegó a abalanzarse sobre él y le tiró al suelo. El chico intentó defenderse cuando cayó, pero "eran muchos". Los atacantes, con una edad aproximada de 30 a 35 años y, según la denuncia, de nacionalidad rumana, comenzó a darle patadas y golpes hasta que un coche de la Policía pasó por la zona. Aunque los agentes no se dieron cuenta de lo que pasaba, los agresores se asustaron y salieron corriendo.
Tras lo ocurrido, la víctima acudió al centro de salud de Triana, donde fue asistido. Según el parte de lesiones, con el que Antonio David denunció lo ocurrido en comisaría, los agresores le provocaron magulladuras en la espalda, moratones y algunas rozaduras por la caída en el suelo de cemento, por lo que reconoce que "fue más el susto que las lesiones físicas".
Ahora el chico tiene miedo de volver a pasar por allí si no es acompañado de amigos, y es que admite que no había oído nada igual antes: "Sé que ha habido insultos homófobos detrás de Plaza de Armas, aunque nunca había pasado a mayores".
Ante lo ocurrido, desde Girasol se ha reclamado que "se ejerza toda la fuerza de la Ley contra actos de odio como éste, en el que queda demostrado que se siguen viviendo a diario situaciones en las que las personas homosexuales y transexuales se sienten intimidadas y agredidas por personas intolerantes a la diversidad sexual". Para Cambrollé, aunque las denuncias y los actos intolerantes han aumentado, esto se debe a que "ahora somos más visibles y hay unos derechos que nos amparan", por lo que se denuncia más. Además, asegura que el colectivo "choca con actitudes intolerantes" al intentar ejercer estos derechos.
Este tipo de agresiones homófobas son puntuales y suelen ocurrir con personas que "se ve que son homosexuales o transexuales", según la presidenta de Girasol. Además, las actitudes intolerantes suelen manifestarse con insultos, negando la entrada a determinados locales y, en última instancia, se producen agresiones, pero "estos actos no siempre van acompañados por ellas". De este punto de vista, "no son agresiones comunes sino inducidas por el odio y hay que tener en cuenta ese agravante", declara Cambrollé, que afirma que estos agresores suelen ser jóvenes y, en su mayoría, hombres.
A pesar de estas agresiones puntuales, la presidenta de Girasol considera que, hoy en día, "la sociedad es bastante tolerante y madura y acepta que tengamos los mismos derechos".
Así, en las últimas encuestas sobre cómo se ve el matrimonio homosexual, el resultado ha sido de "un 70% de aceptación por parte de la población", aunque todavía existan estas actitudes de intolerancia. Por ello, "no hay que crear una alarma social", según Cambrollé, que reclama una mayor formación de los cuerpos de seguridad y una Fiscalía Antidiscriminación en Andalucía, como la que ya existe en Cataluña. También exige que estos avances que se han obtenido durante los últimos años vayan acompañados por medidas pedagógicas, que "eduquen a la gente en la tolerancia".
