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Un máster estudia el caso del pederasta de Las Portadas

En el rectorado de la universidad hispalense, profesionales de la justicia está realizando un máster sobre delitos a menores, donde se pone como ejemplo colaboración ciudadana el caso de hace cuatro años del pederasta de Las Portadas.

el 14 sep 2009 / 22:10 h.

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En el rectorado de la universidad hispalense, profesionales de la justicia está realizando un máster sobre delitos a menores, donde se pone como ejemplo colaboración ciudadana el caso de hace cuatro años del pederasta de Las Portadas, F.J.H. que podría haber tenido una pena mayor a los 59 años de condena.

El inspector jefe Demetrio Sanz, del Aprome, unidad de la policía nacional adscrita a la Junta de Andalucía, que participó en este caso de pederastia, comentó a sus alumnos que el acusado cumplirá una pena mucho menor a la correspondida porque una gran cantidad de padres se negaron a denunciarlo. En aquella época, se decía que el entonces presidente del Club social, era una persona conocida y querida en la barrida nazarena, y nadie quiso denunciarlo. La realidad, según el policía, era que algunos padres se negaban a que sus hijos comparecieran ante un tribunal y tuvieran que soportar el proceso judicial. F.J.H terminó declarándose culpable, llegó a un acuerdo con la fiscalía para que la sentencia fuera de casi 60 años de cárcel al quedar demostrado había abusado sexualmente de 21 niñas con edades comprendidas entre los 3 y 11 años aproximadamente.

Sanz admitió que el pederasta no cumplirá el cómputo global de la pena, debido a las pocas declaraciones de las niñas, a lo que hay sumar que el acusado carecía de antecedentes. Dentro de la pena se cuenta además el tiempo que permaneció detenido antes de que se dictara sentencia. El mismo agente de policía trató de convencer a muchos padres para que denunciaran, pero la negativa era rotunda y los tribunales sólo pueden juzgar en base a lo que demuestran con hechos.

Durante la investigación, él mismo acudió a la piscina comunitaria que tiene la barriada de Dos Hermanas, y observó como el entonces sospechoso fotografiaba a los niños con una cámara de fotos que camuflaba entre sus pertenencias. A muchas de las niñas las llamaba a su despacho. Unas semanas los jueces estimaron que había suficientes sospechas para dictar una orden para registrar su despacho, donde finalmente se encontraron las pruebas acusatorias, entre ellas un bote de vaselina y cientos de miles fotos de chicos fotografiados en su ordenador. Una cantidad que sorprendió al propio policía Demetrio Sanz, puesto que, según su experiencia, los pederastas normalmente suelen tener millones de imágenes. De hecho, la policía recuerda que observar fotos de niños desnudos o semidesnudos puede ser hasta adictivo para los pederastas.

La autoridad judicial inmediatamente ordenó detener al sospechoso. Y los agentes decidieron no esperar a que volviera a su domicilio puesto que, tras el conocimiento de los padres afectados, literalmente querían matarlo, por lo que acudieron a su lugar de trabajo para arrestarlo.

En su intervención en el máster, el policía terminó incidiendo en que el trabajo de investigación consiste en aportar el máximo de pruebas necesarias para que los jueces puedan dictar sentencia adaptándose a la realidad de lo que pasó. Por lo que en este caso se pone como ejemplo a los profesionales que tratan con menores para que tengan el suficiente tacto con los afectados y la máxima objetividad con los acusados. Al tiempo que admiten que la colaboración ciudadana hace el 50 % del trabajo policial, puesto que en este caso particular, si no fuera por los testimonios de muchos padres a lo mejor sólo se le hubiera acusado tan sólo de agresión sexual y no de abuso sexual, como finalmente pudo demostrarse.

A F.J.H aún le quedan unos diez años de cárcel, suponiendo que pueda reducir su condena con buen comportamineto y trabajo dentro del centro penitenciario en el que se encuentra.

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