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Deportes

Un respiro en la corte de los milagros béticos

El Betis cerró otra semana entre trepidante y angustiosa con un triunfo que vale un mínimo respiro entre tanto azote. El gol de Carlos García relaja el dogal que aprieta a Tapia. Con
0-0, un torpedo de Toti se estrelló en el poste. Y, a tiempo casi cumplido, Dani falló el 2-0: la ocasión más fácil de su vida.

el 16 ene 2010 / 17:46 h.

Juanma se retira lesionado entre lágrimas y alentado por sus compañeros.
Una semana medianamente normal en la vida del ente llamado Real Betis Balompié da para todo esto: derrota vergonzosa en Soria (una más). Negociaciones soterradas, llenas de vergüenza ajena, entre representantes más o menos soterrados del club Real Betis Balompié y representantes más o menos soterrados del entrenador llamado Juan de la Cruz Ramos. Tapia, entrenador del Betis, mira para otro lado. La plantilla anda por ahí, a lo suyo. Emana, en África, también a lo suyo. Casi al final de semana, entre una calma que podría llamarse tensa o explosiva (¿hay calmas explosivas?), el equipo del Betis se enfrenta a un nuevo partido decisivo, que quizá podría llamarse ignominioso o infame, ante un rival llamado Unión Deportiva Salamanca. Y así transcurre otra semana en la azarosa existencia del Real Betis Balompié…

Al fin, y al final de la semana, el primer equipo del Real Betis Balompié ganó por 1-0 ese partido ante la U. D. Salamanca, un partido que podía haber sido el camino directo a las mismísimas puertas del infierno si el unionista Toti no se topa con el poste: en el minuto 42 de partido y con 0-0 en el marcador. La pitada del descanso era como el ‘quejío’ del pueblo bético, harto de estar harto y de estar harto. Pero sólo 20 minutos después de la intentona de Toti, Carlos García acertó a cabecear el 1-0: el respiro…

Acorralado a córner limpio, el Betis acabó pidiendo la hora… aunque antes del final dio tiempo a que Dani no acertara increíblemente a concretar el 2-0, en una ocasión fallada de tal calibre que el trianero acabará relatando a sus descendientes. El partido acabó con los futbolistas del Betis consolando a Dani: justo como se dan los pésames en los velatorios. Aquí y así sobrevivía el Betis. Sin duda, el 1-0 no arregla ni el presente ni el futuro… ni el porvenir de Tapia, pero vale para detener una hemorragia con visos de terminal. Una semana más, una semana menos en la verde corte de los milagros béticos. El Betis, año 2010.

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