Deportes

Un serio partido y una gran duda

Babá marcó un buen gol pero tuvo otro fallo clamoroso.

el 28 nov 2012 / 23:32 h.

Las poca fe que demostró anoche el Espanyol en el partido le valió a Míchel para administrar la plantilla a su mejor conveniencia de cara al partido de Liga del próximo lunes. Con sancionados, lesionados y futbolistas que apenas cuentan para él en las alineaciones y ahora urge rodar por las bajas, el madrileño tuvo la noche perfecta para un entrenador que empieza a ser cuestionado. Poco de momento, pero cuestionado al fin y al cabo dada la mala racha del equipo fuera de casa y la posición mediocre que ocupa en la tabla.

El equipo periquito, hundidos en una crisis social y deportiva, apenas fue enemigo para un Sevilla que estuvo muy bien plantado en el campo y apenas dejó crear a los catalanes. Éstos, también tuvieron en el árbitro al peor de los enemigos en lugar de un juez ya que les dejó con uno menos la mayor parte del encuentro por un más que dudoso derribo a Babá dentro -o fuera- del área. El vasco Aguirre tiene mucho trabajo por delante. Aún así, no creo que esta balsámica victoria sirva para redimir al equipo del nefasto partido que jugó el pasado domingo en el Calderón. Para bien o para mal, el Sevilla hizo lo que tenía que hacer sin complicarse la vida. Lo contrario hubiera sido entrar en una crisis deportiva que a ver cómo terminaba.

Las conclusiones de la pachanga -con todos mis respetos- de ayer son claras. Diego Perotti está ya más que apto para competir a buen nivel y ponerle las cosas difíciles al nuevo José Antonio Reyes. La competencia en la banda será fuerte, si el de Utrera quiere pelearla y el Sevilla podrá por fin equilibrar un juego de ataque que básicamente se ciñe a la banda derecha.

El partido también debía servir para que Babá ganara algo de confianza, meta un golito y demuestre que el sevillismo puede estar medianamente tranquilo hasta que Negredo se recupere de su lesión en el tobillo. El de Dakar provocó un penalti en una arrancada, marcó un buen gol de media chilena y respiró como si se hubiera quitado un peso de encima que le impedía demostrar qué tipo de jugador dicen que es. Hasta ahí, todo bien, pero su enorme fallo cuando estaba solo ante Casilla tiró todo por tierra y vuelve a sembrar dudas. Veremos.

  • 1