La última tragedia de inmigrantes en las costas andaluzas se ha saldado hasta ahora con 15 fallecidos, entre ellos nueve bebés y seis adultos. Viajaban en una patera que partió desde Marruecos el pasado viernes y se quedó sin motor ni víveres. Cuatro de los 33 supervivientes están aún graves.
La semana empezó con la muerte el lunes de 14 nigerianos, entre ellos un menor y cuatro mujeres, tras volcar una patera en aguas de Motril. El miércoles, al filo de la medianoche y horas después de que Salvamento Marítimo interceptara en aguas de la localidad granadina a otra embarcación con 74 inmigrantes -entre ellos 29 mujeres y diez menores- llegó a puerto la patera con 33 personas que ha protagonizado la mayor tragedia relacionada con la inmigración en lo que va de año en España. La embarcación había partido la madrugada del pasado viernes de Alhucemas y, tras soportar el temporal que causó la muerte de 14 nigerianos el lunes, el motor de su lancha falló y los dejó en alta mar a la deriva. El agua y los alimentos se agotaron en cuatro días, una situación que no pudieron superar nueve bebés de entre uno cuatro años y seis adultos. Dos de los inmigrantes fueron escogidos por el resto de la tripulación para arrojar sus cuerpos al mar.
La patera apenas medía seis metros de eslora y disponía de un motor Yamaha de 25 caballos, a pesar de que en ella habían de viajar 48 personas. Según relató ayer a Europa Press el subdelegado del Gobierno en Almería, Miguel Corpas, los inmigrantes -en su mayoría de Kenia, Gambia, Nigeria, Camerún y Senegal- decidieron esperar a avistar tierra para comunicarse por móvil ya que pretendían "ahorrar batería". La primera llamada al servicio 112 se produjo a las 18.00 horas.
El contactó se repitió dos veces más aunque luego se interrumpiría a unas 27 millas al sur del Faro Sabinal, entre Roquetas de Mar y El Ejido. Para entonces, ya se había desatado el drama "por un viaje muy duro y en unas condiciones climatológicas muy adversas", detalló el subdelegado.
muerta en el rescate. Los primeros en morir fueron los niños, a causa de la inanición, la hipotermia y la deshidratación. Los supervivientes, "muy desorientados", enfatizó Corpas, decidieron deshacerse de los cadáveres arrojándolos al mar.
La patrullera Cabo de Gata acudió al rescate. Los inmigrantes estaban tan débiles que no podían cambiarse de lancha por su propio pie. Incluso una de las mujeres que permanecía en la barcaza murió durante la operación.
De los 33 supervivientes, cinco mujeres y un bebé de doce meses fueron evacuados a los hospitales de Torrecárdenas y El Toyo, en Almería capital, donde permanecen ingresados. A una de ellas los facultativos le dieron ayer el alta médica.
Sin embargo, hay cuatro en estado grave, entre ellos, una de las rescatadas, que ha sufrido un aborto, y el menor, ingresado en la unidad pediátrica con diagnóstico de quemaduras graves, deshidratación y afección respiratoria. Otras dos mujeres están en la UCI, pero evolucionan favorablemente.
Las 27 personas -19 varones y ocho mujeres- que no precisaron atención médica urgente se encuentran en el módulo de acogida del puerto de la capital, donde están siendo atendidos.
