Hasta 35 espacios culturales de la ciudad mantuvieron esta madrugada abiertas sus puertas hasta pasadas, en algunos casos, las dos de la madrugada. La iniciativa, consagrada ya en Sevilla, formó parte de la denominada Noche en Blanco, un proyecto que propuso visitas a exposiciones, paseos guiados y conciertos. Entre las rutas más novedosas descataron las de el Aljibe de Pescadería y la ruta industrial por Miraflores, dos llamativas iniciativas que congregaron a un gran número de personas en las primeras horas de la tarde noche de ayer.
Los Jardines de San Telmo y los barrios de Santa Cruz, Arenal, Macarena, San Benito y Alfalfa fueron algunas de las zonas en las que se concentró la mayor actividad de una noche que este año se propusó descentralizar la actividad y poner al alcance de todos los ciudadanos las actividades culturales. También pusieron su granito de arena el espacio teatral TNT-Atalaya y las salas de conciertos Custom y Fanatic.
Otra de las acciones que resultaron más destacadas fueron las visitas nocturnas al Ayuntamiento y al Antiquarium bajo el Metropol Parasol. Igualmente formaron parte de esta programación especial el Centro de las Artes de Sevilla, en la calle Torneo y la Fundación Madariaga y la Casa de la Ciencia, en los Jardines de San Telmo.
La apertura del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) o el Pabellón de la Navegación, ambos en la Cartuja, o el Castillo de San Jorge en Triana fueron otros de los puntos de atracción de una jornada que volvió a demostrar el interes de los sevillanos por enrolarse en propuestas culturales.
