Cultura

Un zeppelín en la Sevilla de los años 30

Las crónicas que desde el 'Graf Zeppelin' escribió el escritor y periodista español Corpus Barga (1887-1975) sobre el paseo del dirigible sobre Andalucía han sido publicadas por la Fundación Banco de Santander.

el 16 sep 2009 / 08:12 h.

Las crónicas que desde el 'Graf Zeppelin' escribió el escritor y periodista español Corpus Barga (1887-1975) sobre el paseo del dirigible sobre Andalucía han sido publicadas por la Fundación Banco de Santander.

Con el título 'Periodismo y Literatura', este volumen recoge una antología de textos seleccionados por Arturo Ramoneda, entre ellos entrevistas, perfiles y crónicas viajeras, entre la que destaca la titulada Un viaje en el año 30, en la que describe desde el aire Cádiz, Palos (Huelva), Málaga, Almería y, sobre todo, Sevilla, base del dirigible en sus conexiones con América.

La calidad literaria de estas crónicas, que Corpus Barga escribió para el periódico argentino La Nación -el cual llegó a pagar 3.000 dólares de la época por el pasaje del periodista en el dirigible-, llevó al poeta onubense Juan Ramón Jiménez a editar en un libro algunas de ellas, ya que consideraba su prosa como la más cubista que había producido el idioma español.

Procedente de Tetuán, el zeppelín entró en España por Cádiz, se dirigió a Palos de la Frontera para sobrevolar los monumentos colombinos, luego puso rumbo a Málaga y avistó Sierra Nevada, momento en el que Corpus Barga escribe: "Estamos descubriendo los desvanes del Mediterráneo".

"Pasamos sobre Almería, moruna, chata, blanca, con el anillo de la plaza de toros en un dedo. Vemos correr por las calles y reunirse en los paseos a muchos puntitos negros. Hay moros en la costa", bromea Corpus Barga en su descripción de la capital almeriense.

El zeppelín era un gigante que medía 220 metros de longitud y que volaba a unos 200 metros de altura, con lo cual era perfectamente visible desde el suelo, de ahí que el cronista contara cómo, al acercarse a Sevilla, su sombra, unida al ruido de sus motores, "pone en fuga a potros y toros".

La descripción del amarre, que no aterrizaje, del dirigible en Sevilla, fue así de aparatosa: "Los soldados del cuerpo de ingenieros, formados, parecen soldaditos de plomo. El 'Graf Zeppelín' empieza a hincar el pico. (...) Cae del dirigible una cuerda y se oye un grito. Cincuenta, cien soldados se cuelgan de ella" (...)

La ciudad recibió entusiasmada el aparato: "Sevilla está haciendo esta noche un pintoresco velatorio al dirigible. El aeropuerto convertido en feria, con puestos de bebidas, es visitado por una multitud que rinde culto al Graf Zeppelín, rival hoy de la Macarena".

Antes de cruzar el Atlántico, el zeppelín se llevó otro recuerdo: "Ha subido, como viajera, la Macarena en estampa", relataba.

Corpus Barga era el pseudónimo de Andrés García de la Barga y Gómez de la Serna, tío de Ramón Gómez de la Serna.

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