La avería del motor del Saulo y el fallo de las transmisiones fueron la causa de que sus dos tripulantes quedasen a la deriva tres semanas en su ruta desde Cádiz a Canarias, hasta que el pasado viernes fueron rescatados a 160 millas al sur de Tenerife, informó la Guardia Civil.
Los náufragos, José Quevedo, de 61 años, y Cristo Herrera, declararon el domingo ante la Guardia Civil para esclarecer lo ocurrido, a pesar de que la declaración iba a ser ayer.
Su testimonio permite cerrar las diligencias abiertas por el Juzgado de Guía (Gran Canaria), que investiga la desaparición de ambos desde mediados de marzo, tras ser denunciada por un hijo de Quevedo. La desaparición fue avisada después de que el pasado día 13 la familia perdiera la comunicación a través del teléfono móvil, pues, tanto el de Quevedo como el de Herrera fueron robados en uno de los puertos marroquíes donde recalaron, según señalaron a la Guardia Civil.
En estas circunstancias, Capitanía Marítima de Las Palmas informó de que investigará si el Saulo reunía las condiciones que exige la normativa náutica para la navegación. En breve se llevará a cabo una inspección del barco, de 10 metros de eslora.
El informe que se elabore estará concluido esta semana y será remitido a la Comisión Nacional de Investigación de Siniestros Marítimos, indicaron. Es un estudio de carácter confidencial y, en caso de que se produzca alguna sanción administrativa, es la propia Capitanía Marítima quien se encarga de imponerla.
