Una corona de la nobleza española de finales del siglo XIX, con un precio de salida de hasta 600.000 euros, copará toda la atención en la subasta de "Joyas Magníficas" que la casa británica Christie's celebrará el próximo día 15 en Ginebra.
La corona, creada en torno a 1890, fue elaborada en oro y plata y cuenta con 3.000 diamantes, con un peso total de 200 quilates, incrustados tanto en el aro inferior como en los ocho motivos florales superiores y los demás adornos calados.
Los expertos de Christie's, como Jean-Marc Lunel, centraron sus investigaciones en España, ya que desde 1557 las coronas seguían el modelo inglés de incluir una serie de pequeñas variaciones en el diseño en función de si eran para un barón, un vizconde, un conde, un marqués o un duque.
En ese sentido, Lunel explicó a Efe que "esas ocho flores rosáceas indican el más alto rango de la nobleza española, por lo que estaban reservadas a los duques", si bien no se ha podido determinar a qué familia perteneció.
El especialista reveló que recientemente han descubierto que la corona es obra de Mellerio, una célebre familia de joyeros, que desde que se instalaron en Francia a principios del siglo XVI elaboraron piezas para la reina María Antonieta, Napoleón o la emperatriz Josefina.
La casa de subastas británica se muestra confiada con el resultado de la venta de la corona, ya que "cada vez que aparece en el mercado una corona o una tiara, se convierte automáticamente en 'la joya' de la venta", aseguró en un comunicado de prensa el director del departamento de Joyería de Londres, Raymond Sancroft-Baker.
"No sólo es porque son las joyas más impresionantes y de diseño más elegante, sino porque encierran una historia fascinante, evocan imágenes de princesas de cuentos de hadas y épocas ya pasadas", agregó.
Además, se trata de un extraño ejemplar, ya que muchas coronas de la nobleza española fueron destruidas por estar pasadas de moda o fueron vendidas por motivos económicos a principios del siglo XX y también durante la Guerra Civil.
Por eso, añadió Sancroft-Baker, "la rareza de esas tiaras y coronas es tan notable como su aparición en el mercado actual", en el que se ha llegado a pagar más de medio millón de euros por una tiara de diamantes creada por Fabergé para la princesa María Gabriela de Saboya, hija del último rey de Italia, Humberto II.
Sin embargo, la pieza más cara jamás vendida se subastó en noviembre del 2005 en Ginebra, cuando la puja por una corona de diamantes coloreados, perlas y rubíes alcanzó los 3,6 millones de euros.
Otro de los protagonistas de la subasta es un diamante rojo de 2,26 quilates que, no sólo es el mayor de ese tipo que se subasta, sino que su corte y su color "lo convierten en una gema ideal para el mayor de los expertos", según la casa británica.
También se subastarán distintas joyas de la princesa Catalina Henckel von Donnersmarck, como un anillo y un collar de esmeraldas y diamantes, con un precio de salida de 150.000 y 750.000 euros, respectivamente.
Los postores también podrán pujar por un delicado collar con diamantes incrustados de los hermanos Lacloche, un diamante coloreado Golconda de 11,57 quilates y una antigua joya de los duques de Windsor: un anillo de oro con una gran perla natural y diamantes incrustados, creado por Cartier.
En la subasta de "Joyas Magníficas" se pondrán a la venta asimismo una veintena de lotes procedentes del Imperio Ruso, ejemplares "extremadamente raros" porque los bolcheviques destruyeron la mayoría de las joyas de los zares.
A modo de ejemplo, Christie's presentó unos pendientes con ocho grandes amatistas rodeadas por pequeños diamantes y un raro broche con forma de águila con gemas incrustadas, que en ambos casos datan del siglo XVIII y están valorados en más de 60.000 euros.
