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Una degustación de castañas en el colegio Salesiano recuerda el milagro

Cuenta la historia que el Día de los Difuntos del 1849 san Juan Bosco obró un milagro similar al de la multiplicación de los panes y los peces. El fundador de la congregación de los salesianos hizo algo parecido con la castaña.

el 15 sep 2009 / 17:44 h.

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Cuenta la historia que el Día de los Difuntos del 1849 san Juan Bosco obró un milagro similar al de la multiplicación de los panes y los peces. El fundador de la congregación de los salesianos hizo algo parecido con un fruto tan otoñal como es la castaña, y en Utrera quisieron recordarlo y saborearlo.

Para recordar este pasaje, el colegio Salesianos de Utrera, el primero que la congregación fundó en España, organizó esta semana una castañada, que hizo las delicias de los alumnos.

"Veíamos que otras casas salesianas celebraban algún tipo de acto entorno a esta festividad, y hace tres años decidimos retomar esta tradición en nuestro colegio de Utrera", exponen desde la asociación de madres y padres de alumnos (AMPA) del centro escolar, encargada de costear su puesta en marcha.

Un total de 170 kilogramos se repartieron entre todos los alumnos que forman parte del colegio, desde los pequeños matriculados en educación Infantil hasta los mayores que cursan Bachillerato. Fueron más de 1.300 bolsitas con 10 castañas cada una las que se entregaron para la conmemoración. Junto con el reparto de las castañas, los alumnos pudieron conocer la historia del milagro en los habituales buenos días, una reflexión o un mensaje con el que comienzan la jornada en este histórico centro escolar.

Y es que, según pudieron conocer los alumnos, en su día llevó san Juan Bosco a todos los muchachos del oratorio a visitar el cementerio y a rezar. Les había prometido castañas cocidas para la vuelta, y había hecho comprar tres grandes sacos, que encargó a su madre que los preparara. Sin embargo su madre, que ayudaba en el oratorio desde hacía unos años, entendió mal y coció tan sólo tres o cuatro kilogramos, con lo que no había suficiente para tantos niños, y también adultos que se acercaron. Sin embargo, el fundador de los salesianos tomó la pequeña cesta y empezó a repartir castañas con un gran cucharón. Todo el mundo veía que quedaban pocos puñados en el fondo del recipiente y la fila de personas se hacía más larga, pero pudieron comprobaron cómo el cesto no se vaciaba nunca y hubo para todos los que se acercaron a comer.

Por dicho motivo, convertir a la castaña en protagonista de la fiesta es algo que se realiza en muchos colegios salesianos, cuando se celebra algún acto similar en torno a la festividad de Todos los Santos, fecha en la que, según cuenta la historia, ocurrió el citado milagro. La idea es continuar con esta tradición cada año, como una forma de mantener viva la memoria del fundador del centro escolar, que goza de gran reputación en toda la provincia de Sevilla.

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