Una vez más, los terroristas se valieron de una mujer discapacitada mental para sembrar el terror en Bagdad. Al menos tres personas murieron y otras ocho resultaron heridas en un atentado en el centro de la capital.
La suicida hizo explotar el cinturón de explosivos que llevaba adosado a su cuerpo cerca de un puesto de control del Ejército y la Policía iraquíes junto al Teatro Nacional. La suicida detonó los explosivos una vez que los agentes dispararan contra ella al sospechar que iba a cometer un atentado. En este sentido, se han dado instrucciones a los policías para que detengan a todas las mujeres discapacitadas mentales.
El pasado 1 de febrero, dos mujeres suicidas, una de ellas discapacitada mental, perpetraron un doble atentado con cinturones explosivos contra dos mercados de animales domésticos en Bagdad, que provocó la muerte de 98 personas y heridas a otras 130.
Más violencia. Pero este atentado suicida no fue el único que hubo en Irak. Al menos tres personas murieron y otras dos resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en Mosul al paso de una patrulla policial.
Además, dos soldados estadounidenses fallecieron y otros tres sufrieron heridas tras recibir disparos de armas ligeras en Diyala. Con estas bajas, el número de soldados de EEUU muertos en Irak desde la invasión en marzo de 2003 asciende a 3.963 personas.
