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Una escuela de campeones

Algo tendrá cuando consigue que sólo sus alumnos encabecen la delegación andaluza en el Campeonato de España, que se celebra el próximo 1 de junio en Madrid. La Escuela Internacional de Kung Fu es deporte y una filosofía de vida.
Foto: Javier Cuesta

el 15 sep 2009 / 04:57 h.

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Algo debe tener una escuela cuando consigue que sólo sus alumnos encabecen la delegación andaluza en el Campeonato de España, que se celebra el próximo 1 de junio en Arganda del Rey (Madrid). La Escuela Internacional de Kung Fu, en Mairena del Aljarafe, no es sólo deporte, es una filosofía de vida.

Cuando José Luis Domínguez entra en el gimnasio, los alumnos saludan al maestro. Una leve inclinación de torso mientras los brazos se alzan al frente y la palma derecha extendida se encuentra en un choque con el puño izquierdo. Las manos representan el sol y la luna. Toda una filosofía oriental que se convierte en modo de vida.

Quien piense que el Kung Fu es sólo un arte de defensa y ataque se equivoca, aunque en el gimnasio ubicado en San Juan de Aznalfarache se vea a chavales manejando con pericia palos, espadas y cuchillos. Eso sí, las armas cortas -y previsiblemente afiladas- están señalizadas con pañuelos que cuelgan del mango, por si alguien se despista.

"Si notamos agresividad en alguien que viene a apuntarse, le decimos que no hay plaza", asegura uno de los instructores, Miguel Molina. "Aunque todo se puede educar", matiza y recuerda que él mismo era un poco "guerrillero" cuando empezó hace 15 años, y ahora tiene 31.

Lo que dicen los alumnos confirma sus palabras. "En el tatami, el otro es tu contrincante; no hay amistad, pero sí respeto", explica Juan Barbas, de 19 años. Ha sido cuatro veces campeón de Andalucía, de España, de Europa y del mundo y para explicar cómo es posible conseguir todo eso, sólo confiesa que sacrifica "salir por las noches". La misma trayectoria sigue José Luis Domínguez, hijo del maestro, de 11 años.

Pepote, como le llaman en la escuela, acumula medallas y títulos. En su última competición se llevó seis oros "de seis posibles", sonríe. ¿Y si no revalida el título en el Campeonato de España? "Seguiré entrenando; no siempre se gana, aunque a veces la suerte te da medallas", contesta.

"Humildad y sencillez". Es lo que aprendió el maestro Domínguez -Si-fu Chiang Lee, en la versión oriental- durante las tres décadas que vivió en China. Ahora transmite esos conceptos a sus alumnos, junto a otros saberes como la lengua o la acupuntura.

"Allí me dieron la vida", asegura mientras recuerda los monasterios, el incienso, las montañas y el respeto que sintió por su maestro: "La barba blanca significa sabiduría, por la experiencia de los años, pero en Occidente esta idea se pierde", lamenta.

Un arte de defensa y ataque. La Escuela Internacional de Kung Fu lleva seis años consecutivos entrenando a los actuales campeones nacionales y del mundo. El estilo que José Luis Domínguez (Cádiz, 1950) implantó en Mairena es el Wing Chu, conocido por su eficacia en defensa y ataque. Bruce Lee fue uno de quienes cultivaron este arte y dijo que sería el que utilizaría si un día tuviera que luchar realmente.

En competición, se utilizan 18 tipos de armas distintas y gran variedad de taos (formas), pero la verdadera ventaja es que se basa en los movimientos naturales del cuerpo. "El arte se adapta a la persona", explica el instructor Miguel Molina. "Se aprovecha la cualidad física de cada persona, por ejemplo, si eres flexible, se potenciará la patada alta", dice.

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